Locales-Payamédicos del “CAPS 2” de abril festejaron el Día del Niño
Con la misión de contribuir a la salud emocional del paciente, el equipo de trabajo de este espacio municipal, realizó un gran festejo junto a madres y niños de la comunidad. También participaron integrantes de la Dirección de Tercera Edad y docentes jubiladas de Sadop.
Con motivo de festejar el Día del Niño, profesionales sanitaristas y no profesionales, pertenecientes al Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) “2 de abril”, realizaron un evento donde los grandes protagonistas fueron los pacientes y sus familiares.
La jornada se llevó a cabo en las instalaciones de la Sala del barrio Acevedo, ubicada en calle Pico 850, y allí, entre banderines, mezcla de colores, globos y un agradable ambiente, entregaron juguetes y mantas tejidas, sirvieron chocolate y ofrecieron galletitas.
Cabe recordar que las mantas fueron realizadas por las docentes jubiladas del Sadop gracias a la gran cantidad de ovillos de lana que se recaudó en el encuentro llevado a cabo meses atrás en el Parque España en el evento “Saberes solidarios”, organizado por la Dirección de Tercera Edad.
“Desde el año pasado venimos utilizando esta estrategia de acercarnos a los pacientes de una manera distinta. Notamos los resultados y este año decidimos continuar con esta experiencia donde los profesionales y no profesionales nos presentamos ante las personas cómo Payamédicos. Estamos muy contentos y felices por lo realizado. Queremos agradecer a todas las personas que colaboraron para hacer esta fiesta”, señalaron desde el CAPS.
Payamédicos
Su misión es contribuir a la salud emocional del paciente. Los Payamédicos realizan intervenciones escénico-terapéuticas, abordan la realidad a través de la técnica del payaso teatral adaptándola al ámbito hospitalario con una ética y estética propia.
Se trata de una intervención dirigida al paciente, familiares o acompañantes, a los profesionales y al personal de la salud. Los Payamédicos se dirigen con sus vestuarios a donde está el paciente. Una vez que sale del lugar donde se coloca el vestuario, ya deja de lado el “yo” y va con su payaso que es un encuadre protector.