En la actualidad nos encontramos con personas que les cuesta adaptarse a los diferentes cambios que la sociedad les plantea – como nuevos desafíos – y como no pueden lograr una adaptación saludable, comienza a aparecer la sensación de saturación o de estar colapsando a través de diferentes problemáticas, como el estrés o las enfermedades psicosomáticas.
¿Cómo afectan los cambios?
Los cambios sociales actuales, como las familias ensambladas; el temor a la pérdida laboral; la inseguridad; la violencia de género; la agresividad en sus diferentes formas y la incertidumbre con el futuro cuando no se perciben reglas claras de juego, influyen de manera negativa en la psiquis de los individuos ya que generan diferentes perturbaciones psicológicas que son motivo de consulta.
Los estresores ambientales hacen que los sujetos estén en un estado de alerta permanente, que van sensibilizando el Sistema Autónomo Simpático, -Sistema de Alarmas- provocando diferentes problemáticas que afectan la salud:
* síntomas de ansiedad: taquicardias, palpitaciones, sudoración, inquietud, etc.
* síndrome de burnout o “del quemado”.
* estrés.
* ira.
* crisis de pánico y fobias.
* trastornos del ánimo.
v problemáticas psicosomáticas, entre otros trastornos.
Hay muchas personas que consultan porque sufren de ataques de ira por causa del estrés ocasionado por los estresores ambientales. Estos sujetos reconocen que tienen muy poca tolerancia a los problemas cotidianos, no resisten nuevas presiones y explotan con gritos e insultos frente a la menor dificultad que se les presenta. La típica frase es “ni yo me aguanto”.
Existe una fuerte incidencia a las adicciones en el ámbito laboral, debido a las presiones y exigencias, tanto en el ámbito público como privado, que llevan a estados profundos de estrés, ansiedad y angustia. Muchas personas con personalidades adictivas canalizan dichos estados en las adicciones, alcohol, drogas, ludopatía, para calmar los estados de malestar.
Las adicciones cumplen también la función de evasión de la realidad y, sobre todo, de los factores perturbadores.
PREVENCIÓN:
Para no enfermarse frente a los cambios y exigencias sociales, se necesita ser:
ü Resiliente, que es la capacidad de adaptación a las situaciones de crisis sin enfermarse. Cuanto más RESILENTE es una persona, mayor capacidad de SALUD tiene.
Cuando la persona no puede solo, debería buscar ayuda para aprender diferentes recursos psicológicos que le permita tener una adaptación activa al exterior.
Algunos factores que ayudan a ser resiliente son:
– Aprender a negociar con el exterior, ceder para ganar.
– NO pensar en términos de blanco o negro, sino que se debe incluir la gama de los GRISES.
– Tener en cuenta que los problemas NO desaparecen, van cambiando.
– Establecer una JERARQUIA de problemas, no son todos iguales.
– NO renegar frente a los obstáculos, pensar en SOLUCIONES, cómo lo resuelvo.
– A mayor flexibilidad, mejor adaptación.
– Pensar que siempre se puede vivir mejor.
Psicólogo Santiago Gómez
Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva
(Matrícula: 15.159)