Delincuentes ingresaron en la sede, y tras provocar destrozos, huyeron con una cocina industrial, sillas y demás elementos que utilizaban parapreparar el almuerzo a alrededor de 150 chicos que asisten al lugar.

La sede funciona todos los días de 12 a 21. Allí se dictan diferentes talleres, Plan Fines y Peba. Los miércoles, en tanto, se le sirve el almuerzo a entre 50 y 70 chicos. Después del robo, el espacio quedó abierto, con los vidrios rotos y sin ningún tipo de medida de seguridad.

El hecho generó una profunda indignación entre los jóvenes, quienesescribieron un mensaje a los ladrones y lo dejaron pegado en la puerta del edificio.

«Nos han robado todo el tiempo, tantas veces, que reventaron la puerta y rompieron la cerradura. Ya no se puede ni arreglar, tenemos la puerta cerrada con un candado; un cerrojo simbólico», dijo uno de los jovenes que asistía al lugar al diario 0223.com.