26 diciembre, 2024

Una carta de agradecimiento en medio del dolor

Santiago fue una de las 22 víctimas de la tragedia de calle Salta.La escribió Pamela, novia de Santiago Laguia, para agradecer la solidaridad que surgió tras la tragedia de Salta 2141. Por el comienzo del nuevo año, recordó a la 22 víctimas y destacó “las fuerzas que se unieron en Rosario y en diferentes partes del mundo”

El fin del año más difícil. Después de la tragedia ocurrida el 6 de agosto pasado en Salta 2141, familiares, amigos y afectos de las víctimas comienzan un nuevo año atravesados por el dolor. Pamela, la novia de Santiago Laguia, uno de los 22 fallecidos en el hecho, escribió una carta de agradecimiento por la solidaridad que surgió tras lo ocurrido aquel martes a la mañana tras la explosión.

“Aquel 6 de agosto a las 9.29 todo cambió”, sostuvo Pamela en la carta de “agradecimiento” a las fuerzas que “se unieron en Rosario y en diferentes partes del mundo”.

“Jamás había vivido una situación de tal magnitud, en donde miradas, abrazos y palabras de aliento eran los que nos hacían seguir de pie”, agregó la joven de 25 años.

El texto completo

“Hoy próximo al comienzo de un nuevo año decidí escribir estas palabras para manifestar mi agradecimiento.
Aquel 6 de agosto a las 9.29 todo cambió.

Jamás había vivido una situación de tal magnitud, en donde miradas, abrazos y palabras de aliento eran los que nos hacían seguir de pie.

Las esperanzas estaban intactas. El deseo de «VIDA» estaba presente en cada uno de los que amamos a Santi y de aquellas personas que no lo conocían.

Luego de todo lo que paso yo me pregunto:»¿Por qué no miramos a ese ser que tenemos al lado?». Sí capaz que le suena raro, el hacerme esta pregunta en este momento de tanto dolor. Pero hoy es otra la realidad. Trato de comprender que somos SERES cargados de energías, podemos reaccionar de diferentes maneras, nuestros sentimientos pueden ser muy fuertes al igual que las emociones; saquemos a flote lo bueno de cada SER, digamos basta a la indiferencia, somos seres sociales, vivimos en relación a otro, no de manera aislada. Estamos en este plano por la unión de dos energías, de dos seres.

Se vivió la tragedia más grande de la historia rosarina, en ese momento vi reflejada la verdadera solidaridad. Hoy digo basta de indiferencia, si a la unión como sociedad, mantengamos lazos que nos permitan ir «Juntos a la par», en donde nadie quede atrás, seamos consciente de cada acto, no a la negligencia, sí a la VIDA, miremos al ser que está a nuestro lado, abracemos más, valoremos lo que tenemos, y demos gracias.

Hoy me toca a mí agradecer a cada uno de los que estuvieron siempre desde aquel momento y siguen estando. Desde mi familia , la cual fue y es «mi gran tutor» que no me deja caer, la familia de Santi, mis amigas y amigos, médicas, los profesionales del Cemar, colegas, compañeros y docentes de la Universidad, alumnos, compañeros de trabajo, a la familia que me ayudo con un ser muy especial a tratar de curar esta herida con una perrita hermosa, Princesa Laguía, mensajes que llegan de muy lejos, periodistas, les digo GRACIAS por TODO, por levantarme cada día, convenciéndome que la vida es una y la vida sigue. Que no fue mi momento. Que si fue el momento del ser más especial que conocí y que me dio amor. El destino nos cruzó en un lugar mágico, donde las energías y la luz estaban presentes, donde había un «algo» inexplicable. Lo que vivimos jamás se perderá, cuando uno ama profundamente se convierte en parte de nosotros mismos así que se que él está y debo honrar la vida como él lo hacía. Dar gracias por conocerlo y saber que nos amamos.

Para finalizar, tengan presente que para vivir la vida debemos superar obstáculos. Que la gratitud, puede ser la moneda que más nos convenga utilizar. El optimismo, un ejercicio que puede fortalecer los músculos del alma. El entusiasmo, el único virus que conviene propagar y la capacidad de amar y ser amado, la mayor fuente de energía que moverá al mundo.

Hoy me atrevo a transcribir algo que leí hace un tiempo, cambiando un dicho popular: «Donde hubo heridas, cicatrices quedan. Y donde ellas sanaron fortalezas dejaron». Es difícil curar una herida pero al menos debemos intentarlo por aquella persona que tanto nos dio y por los que siguen estando y tanto nos ayudan. Entonces tratemos de ser fuertes, para que nadie nos derrote. Seamos nobles, para que nadie nos humille. Seamos humildes, para que nadie nos ofenda y sigue siendo TU para que nadie te olvide.

Recuerden cada día abrazar, decir más te quiero, te amo, sonreír, y saber dar las GRACIAS.

Por eso GRACIAS A TODOS.

La solidaridad, el amor al otro y la paz, nos pueden llevar a una mejor sociedad.

Sean felices con las pequeñas cosas que nos da la vida, no dejen de agradecer.

Superar obstáculos, esperar para levantar vuelo, impúlsate, no te olvides de respirar profundo, exhalar y dar GRACIAS A LA VIDA.

LES DESEO A TODOS LOS QUE ESTÁN Y ESTUVIERON UN BUEN COMIENZO DEL AÑO.

Cariños, Pame Garcia.

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