En España, a pesar de la cuarentena, una anciana que vive sola y cumple años se emociona al ver a sus vecinos, que se solidarizan y la sorprenden, para celebrárselo, aunque sea a la distancia. La esperanza y la empatía, es lo último que se pierde.

Charo se encuentra en Madrid, viviendo, como el resto de los españoles y muchas personas en el mundo, los embates de la pandemia. A pesar de las estrictas medidas de confinamiento que atraviesa España a causa de la crisis sanitaria, sus vecinos no han querido dejarla sola en un día tan especial. Al abrir la puerta de su casa y encontrarse una tarta con una vela, Charo se emociona. Un vecino, que registra con su cámara el momento, le informa que se trata de algo organizado por todos los habitantes del bloque y, cuando sale al portal, decenas de voces procedentes de los balcones hacen retumbar el patio interior del edificio entonando al unísono el ‘cumpleaños feliz’.

Un aluvión de aplausos rompe el final de la melodía mientras Charo, sin poder aguantar la emoción, da las gracias a través de un ventanal. «Charo, nos vemos a las ocho», añade una vecina en relación a la convocatoria que reúne desde hace dos días a todos los residentes en España en los balcones de sus casas como homenaje y reconocimiento a la labor de los profesionales sanitarios en plena crisis por coronavirus.

Lamentablemente, la pandemia no es la única adversidad que enfrenta este grupo de vecinos. Ellos residen en los denominados bloques en lucha (edificios que fueron vendidos a fondos de inversión a pesar de que aún en su interior viven decenas de familias que, dado el elevado precio de los alquileres, no pueden hacer frente a los pagos a pesar de llevar años allí). Charo es una de las que corre riesgos de desalojo. Pero, al menos por el momento, las leyes se suspenden y sus vecinos le recuerdan que no está sola.