En diferentes momentos de la vida, independientemente del tipo de profesión que ejerzas o de actividad económica que realices, es posible que tengas la necesidad de presentar garantías o avales sobre algún tipo de responsabilidad. En estas ocasiones, vas a necesitar un seguro de caución.
A diferencia de los seguros patrimoniales, que se dividen en seguros de cosas y de responsabilidad civil, los de caución consisten en un tipo de contrato en la cual están involucradas 3 partes distintas, que son beneficiario, tomador y aseguradora.
Los tomadores son los individuos o las organizaciones que necesitan contar con una determinada prestación o realizar un trabajo, los beneficiarios son quienes contratan a esas personas o empresas para llevarla a cabo, y, por último, las compañías de seguro son aquellas que colocan la garantía.
¿Qué quiere decir esto? Que las aseguradoras garantizan que quien contrata el seguro cumplirá con aquello que se comprometió en tiempo y forma; en otras palabras, de acuerdo con lo que se estipuló en el contrato.
¿Qué tipos de seguros de caución existen?
A pesar de lo que se cree, los seguros de caución van mucho más allá de los que normalmente se conocen en el mercado, que son aquellos destinados a quienes desean alquilar una propiedad para vivienda y no cuentan con garantía propietaria.
Este tipo de seguros funcionan como avales de las obligaciones descriptas en contratos, sean entre particulares, como también en los casos de operaciones de comercio internacional y obras públicas y privadas.
Al contratarlos, las compañías de seguro tienen la obligación de asegurar al asegurado si el tomador no cumple con las condiciones del acuerdo celebrado entre ambos.
Las coberturas más habituales que ofrecen las empresas aseguradoras de cauciones son alquileres particulares y comerciales, judiciales (como, por ejemplo, contracautelas o sustitución de medidas cautelares), directores y gerentes en los casos de administradores de sociedades, aduaneras (tránsitos, derechos, exportaciones e importaciones) y obras y suministros (tal es el caso de anticipos económicos, fondos de reparos, cumplimientos de contratos y mantenimientos de ofertas).
Dada su variedad, los seguros de caución pueden estar dirigidos a particulares y también a diferentes segmentos económicos y de servicios como comercial, industria pesada, construcción, contratistas, fabricantes, servicios, negocios internacionales y judiciales.
¿Qué documentos se necesitan para contratar un seguro de caución?
Si necesitás contratar un seguro de caución para respaldar el cumplimiento de un contrato, será necesario que reúnas una serie de documentaciones para presentarlas a la compañía de seguros.
En el caso de las personas físicas, CUIT del tomador, declaración jurada de bienes e información sobre la obligación a asumir.
Las personas jurídicas, es decir, las empresas o sociedades, tienen que presentar datos sobre la responsabilidad que asumirán, CUIT, contrato social o estatuto y su último balance.
Cabe destacar que el pedido de documentación es uno de los principales diferenciales entre este tipo de seguros y los patrimoniales, ya que para tener certeza de que el tomador puede cumplir con sus obligaciones, las aseguradoras tienen que tener a mano la mayor cantidad de datos posibles.
Una vez que tienen estos documentos, las compañías aseguradoras analizan en detalle cada situación de manera específica para saber si pueden o no tomar el riesgo de salir de garantes de la persona u organización solicitantes.