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Locales-Paola y Mario están felices de ser los padres de Amadeo

En la tranquilidad del hogar el domingo en que Amadeo cumple diez meses de vida: sus padres del corazón se encuentran aliviados porque la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial les ha dado la posibilidad de seguir con el trámite de adopción, tras cuarenta días de incertidumbre.

Ellos estaban confiados en que se haría Justicia porque siempre procedieron de buena fe. “Nunca nos imaginamos que podría ocurrir algo de esta naturaleza porque siempre estuvimos convencidos de haber estado procediendo de la mejor manera. A la mamá biológica la conocimos a través de un amigo en común y como nos contó que pensaba darlo en adopción fuimos al Juzgado de Familia a contarles esta posibilidad y nos respondieron que si era dentro de la buena voluntad se podía hacer. Nos aconsejaron que obtuviéramos el asesoramiento de la Defensoría oficial. La mamá biológica vino a hacerse los controles previos y lo dio a luz en Pergamino. Ella será parte de nuestra familia porque es la madre biológica de nuestro bebé. Firmamos un convenio en Defensoría, lo presentaron y llamaron a la madre biológica, quien ratificó que quería que estuviera con nosotros. Después con el tiempo nos dijeron que estuvimos mal asesorados y que estaba mal hecho. Nosotros cumplíamos con todos los requerimientos que nos solicitaban. Nos enteramos que nos iban a quitar la guarda y lo enviarían a una institución. Yo me mato antes de entregarlo a una institución. En la desesperación pensamos en protegerlo a Amadeo porque o estaba con nosotros o con su mamá biológica. La imagen de pensarlo lejos de nosotros e institucionalizarlos nos motivó a ausentarnos.

“Nosotros nunca fuimos notificados y nunca hubo nada penal contra nosotros. El susto fue cuando desde la fiscalía elevaron una búsqueda de paradero como si fuéramos criminales. Ahí decidimos hacerlo público. Si bien no nos encontrábamos en nuestra casa, nunca dejamos de atender el teléfono ni se nos pasó por la cabeza pensar que nos intevenían el teléfono. Si recibíamos llamados donde no nos hablaban o nos cortaban; pero lo tomamos como mal funcionamiento de las líneas de teléfono celular. En todo momento el bebé era lo importante y nosotros aguardábamos la resolución de la Cámara Civil”.

Hay muchas parejas que como Mario y Paola buscan desde hace muchos años ser padres adoptivos. “Es muy duro el camino de la adopción. Es difícil porque no agilizan las cosas. Estaría bueno que cambie algo. Esperamos canalizar esto positivamente para ayudar a gente que esté pasando por lo mismo”. Es que este caso ha abierto un foco de esperanza a los matrimonios que están realizando gestiones para lograr adoptar un hijo”.

El apoyo de la gente fue fundamental. “Nunca me imaginé que tendríamos el apoyo de tanta gente desconocida y que se movilizaran de la manera que lo hicieron. Hubo quienes juntaron firmas por Internet, como María Teresa, quien juntó más de dos mil firmas”.

El trámite de guarda continúa y “nosotros estamos dispuestos a hacer todo como tiene que ser. Si en un momento nos ausentamos fue para proteger a Amadeo y no para incumplir la Ley. No nos cabía en la cabeza que él tenga que pasar por esto ya que no era justo. El bebé no tiene ninguna culpa”.

Los logros fueron gracias al respaldo que recibieron en primer lugar de “nuestras familias y de la gente que salió a apoyarnos. Igualmente estuvimos ausentes 40 días, pero si teníamos que hacerlo seis meses o un año, también lo hubiéramos hecho”.

Ellos consideran que muchos matrimonios en trámites de adopción ha pasado por situaciones similares y no lo ha hecho público. Nosotros decidimos darlo a conocer, pero te cuesta hacerlo porque tenés que exponerte, corrés el riesgo de exponer al bebé y eso te hace correr el riesgo de que mucha gente no esté de acuerdo”.

“Estamos agradecidos que los jueces integrantes de la Cámara Civil y Comercial (Graciela Scaraffía; Roberto Degleue y Bernardo Louise) nos dan la posibilidad de continuar el trámite. Los mismos jueces dijeron que lo que hicimos –de resguardar al bebé- no está mal”.

Los días en que estuvieron ausentes eran de total incertidumbre porque hasta pensaron “que no la podíamos luchar más porque recibíamos noticias totalmente negativas. No iba a pagar el que tenía que pagar porque el error no había sido culpa nuestra ni mucho menos de Amadeo. Si había un error en el proceso íbamos a defender nuestra inocencia con la ausencia hasta llegar a evitar que el bebé pagara por eso. No permitiríamos que se lo llevara nadie ni que lo institucionalizaran”.

Semanario El Tiempo

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