La peatonal de Pergamino se ha convertido en un verdadero campo minado para los automovilistas. En la tarde del martes, un nuevo incidente sumó un capítulo más a esta problemática. Un Peugeot, que circulaba por calle Dorrego, colisionó contra uno de los polémicos bolardos ubicados en la intersección con la peatonal. El impacto fue tal que el vehículo quedó montado sobre el elemento de seguridad, sufriendo importantes daños.
Lo que prometía ser una solución innovadora y ecológica se ha convertido en un dolor de cabeza para los conductores de Pergamino. Apenas unas semanas después de su instalación, los bolardos fabricados con tapitas plásticas han demostrado ser más un obstáculo que una medida de seguridad.
Los incidentes son cada vez más recurrentes dado que la altura de los bolardos quedan fuera del radio de visión de los automovilistas, lo que pone en evidencia la falta de planificación en esta obra municipal.