La situación que vive parte del personal médico del pabellón de salud mental es realmente alarmante y desesperante. Según pudimos conocer en Pergamino Verdad, a través de testimonios de enfermeras y doctores del hospital, el pabellón se encuentra aislado del funcionamiento del resto de las dependencias (a 300 metros), no cuenta con los recursos necesarios (insumos) y las condiciones edilicias son funestas.
Pero el hecho más grave de esta situación, es la de un paciente oriundo de la localidad de Salto. Se trata de Guillermo Pérez, quien tiene el alta médica desde hace un año, aunque según dichos de personal médico las autoridades lo retienen en contra de su voluntad. El caso fue elevado al Juzgado de Familia, y actualmente se encuentra en manos del fiscal Nelson Mastorchio. Pérez vive desde hace nueve años en el hospital, aunque siempre intentó regresar a su hogar en Salto, donde tiene casa y familia. Cada vez que intentaba irse, era mandado a buscar con la policía e internado nuevamente, a pesar de que siempre hizo vida normal y no era necesario que se encuentre encerrado, alegan quienes conocen y tratan diariamente con él. “Guille hace sus mandados, se compra su ropa, juega con los hijos de las enfermeras, siempre lo hizo”, relata personal del hospital.
Se presentó una denuncia ante las distintas autoridades competentes, al no recibir respuestas a los reclamos anteriores a nivel local. En dicha denuncia, se exponen los hechos relatados y se hace mención del incumplimiento en todo sentido de la nueva Ley de Salud Mental N° 26657.
En la denuncia se hace referencia al médico responsable del área como así también se menciona a una enfermera que es la única encargada de la llave de farmacia, es decir que cuando ésta no está presente, el personal queda sin oxígeno ni ninguna otra medicación en caso de necesitarla.
Otra queja que hacen los denunciantes es que los médicos realizan las guardias de manera pasiva, es decir, que ante la eventualidad de una emergencia de algún paciente, deben llamarlos para que los asistan, ya que estos médicos están en sus casas. Por lo tanto, es impensable que haya un seguimiento diario de los pacientes internados.
En la denuncia, se hace referencia a la desprotección que sufren quienes trabajan en este pabellón. Tal es así, que en distintas oportunidades personas ajenas al hospital (y en otros casos eran ex pacientes) ingresaron armados y amenazaron al personal. Se ha robado medicación, y una vez le robaron a la familia de un enfermo. Incluso hubo un episodio en el que un paciente golpeó a otro y, aunque el hecho fue reportado al médico a cargo, éste no tomó medida alguna al respecto.
Continuaremos informando acerca de cómo avanza la denuncia, ya que la carta en cuestión, firmada por 78 trabajadores del área, fue presentada hoy ante las autoridades.
