La orden de detención para el comisario Herrera fue recibida por el propio jefe de la URII, Luis Bruschi, de manos del juez Vienna . Y cumplimentada un par de horas más tarde en la Jefatura, donde el funcionario estaba cumpliendo con su trabajo. Entonces entregó su placa identificatoria y su arma reglamentaria antes de quedar a disposición de la Justicia.
La escucha que lo implica. La imputación que pesa sobre Herrera, que será indagado el próximo lunes por el juez, es la de “pasar información a integrantes de la banda de Los Monos”, según confió un vocero judicial. Y, en ese marco, sostuvo que “hay una escucha telefónica que lo compromete por un allanamiento realizado el 30 de mayo en el cual se encontraron autos pertenecientes a ese grupo criminal, que habrían sido adquiridos con dineros obtenidos mediante ilícitos, y que no fueron secuestrados como se debía”.
Un día después de ese allanamiento, el mismo juez Vienna condujo una serie de procedimiento en los que intervinieron unos 200 efectivos policiales y en los que se secuetraron varios autos, armas, teléfonos celulares, electrodomésticos, dinero y algo de droga de la mencionada banda del sur rosarino. Ayer, las fuentes que accedieron a hablar con este diario no pudieron confirmar si los vehículos entonces incautados son los mismos que un día antes el ahora ex jefe de Sustracción de Automotores dejó en manos de los maleantes investigados.
La pesquisa del juez Vienna, titular del juzgado de Instrucción Nº 4, se inició a partir del crimen de Martín “Fantasma” Paz, asesinado el 8 de septiembre de 2012 caundo estaba junto a su familia a bordo de una flamante cupé BMW en Entre Ríos y 27 de Febrero. Desde entonces, el magistrado enfocó su trabajo en el accionar de grupos delictivos dedicados al acopio de armas, la concreción de homicidios y la comercialización de estupefacientes, principalmente el clan comandado por la familia Cantero.