Tucuman – Un hombre que tenía denuncias por lesiones, abusos y amenazas de muerte, asesinó a dos personas y luego se quitó la vida, durante un allanamiento policial.
El hecho ocurrió en el barrio de Floresta en la capital de Tucumán.
Según informaron fuentes policiales, un procedimiento en el barrio de Floresta al oesta de la capital tucumana terminó en tragedia. Un hombre con denuncias por lesiones, abusos y amenazas asesinó a un comisario y a un funcionario judicial, y luego se quitó la vida.
El hecho ocurrió en Crisóstomo Alvarez al 2400, unas 25 cuadras al oeste del centro de la capital tucumana, donde investigadores policiales y judiciales buscaban a un hombre que fue denunciado por abuso sexual por una mujer.
Fuentes policiales indicaron que durante el allanamiento se produjeron una serie de disparos de arma de fuego a raíz de los cuales murieron el comisario Víctor Barraza, quien se desempeñaba como jefe de la División Delitos contra las Personas, y el prosecretario de la Fiscalía 2, Manuel Uro.
El autor de los disparos fue identificado como Daniel Sirnio, quien luego se quitó la vida usando la misma arma de fuego.
El secretario de Seguridad de Tucumán, Paul Hofer, indicó que el homicida estaba acompañado por su abogada en el momento que mató al comisario Barraza y al empleado judicial.
“Al parecer, durante el procedimiento, Sirnio ingresó en un estado de desequilibrio, salió corriendo, tomó el arma que tenía en la casa y efectuó los disparos”, explicó el funcionario, quien confirmó que el agresor “luego se quitó la vida”.
“El procedimiento dispuesto por la justicia se desarrollaba con el objetivo de convencer al homicida a no resistir la orden judicial y cuando todo parecía haber entrado en una situación controlada sucedió lo peor”, agregó el secretario de Seguridad.
Mientras la muerte de Barraza conmocionó a la fuerza policial, algo similar sucedió en el circulo judicial por el crimen de Uro.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Gandur, y la vocal Claudia Sbdar asistieron al lugar apenas conocido lo sucedido.
El hombre que mató al comisario y al funcionario judicial fue denunciado en agosto por violación.
Una mujer asegura que Sirnio la tuvo encerrada durante unas nueve horas en su domicilio, al que había concurrido en respuesta de un aviso clasificado en el que ofrecían trabajo como empleada doméstica.
Allí, según consta en la denuncia, la mantuvo cautiva, la golpeó, la amenazó con armas de fuego y la violó.
Según los vecinos, Sirnio era hijo del ex inspector general de la Policía provincia, Juan Sirnio, quien fue mencionado en numerosos testimonios en causas judiciales por violaciones a los Derechos Humanos como miembro de una “patota” que secuestraba y torturaba detenidos-desaparecidos.
Durante el juicio por la megacausa “Arsenales II-Jefatura II”, en uno de los casos, se recordó que era apodado “007” y que era uno de los efectivos de mayor confianza de Roberto “El Tuerto” Albornoz, uno de los imputados