El impresionante hecho ocurrió en una casa de la localidad bonaerense de Isidro Casanova. La occisa, que padecía demencia y además sufría de delirio místico, se suicidó al cortarse el cuello con la vajilla. Antes, intentó incinerarse pero fue socorrida a tiempo por los bomberos.
Esta situación tuvo lugar cuando la mujer de 45 años se quedó sola en su casa ubicada en la calle Washington al 5600, de la localidad Isidro Casanova del partido bonarense de La Matanza, y según cuentan los lugareños, de un momento a otro comenzó a agredir a los transeúntes.
Desde su terraza arrojaba vidrios, y se trepaba por los techos de otras casas causando gran conmoción en el vecindario. Por este motivo, los vecinos la denunciaron (como ya en otras oportunidades lo habían hecho) en la Comisaría Distrital Primera de Isidro Casanova, donde la fiscal María Cecilia Revello, de La Matanza, decidió enviar en la madrugada de este miércoles un grupo de policías que incluía un mediador para tratar de hacer deponer su actitud a la peligrosa mujer.
Según advirtió un alto jefe policial de la zona: «La señora tiene problemas psiquiátricos. Sufre una especie de delirio místico que tenía que ver con lo religioso».
En tanto, durante la negociación la mujer se encolerizó al no querer deponer su actitud y se roció con alcohol para luego prenderse fuego. En esos momentos, bomberos voluntarios de un cuartel ubicado a pocas cuadras lograron controlar el incendio. Justamente los agentes de seguridad aprovecharon esa situación para reducirla pero la señora tomó un plato, lo rompió y se cortó el cuello con una de sus fracciones, situación que culminó con su vida en el acto.
Fuente: GRUPO CRÓNICA