Antes de nada, le damos las gracias a Rama, que desde hace unos días está subiendo a Twitter capturas con la mejor historia (real, según nos ha afirmado su protagonista) que ha dado en tiempos recientes esta red de microblogging. Prepárate porque empezamos.
Rama, un tuitero cualquiera, un nuevo cliente de Movistar de nacionalidad argentina al que le dan, por error, el que parece ser el antiguo número de móvil de un chico llamado Kevin. Al día siguiente de activar el número, todos los contactos de Whatsapp que tenía antes Kevin empiezan a enviarle mensajes asumiendo que siguen hablando con él. El juego es, inicialmente, sólo un equívoco gracioso.
Primer punto de giro. Números nuevos siguen confundiendo a Rama con Kevin. Pero esta vez, quién lo hace es una chica que «lo ha dejado todo», incluida a su novia, para estar al fin con él. Al conocer el verdadero propietario del número, le avisa de que hay «infiltrados». «Cuidado con los brayans».
Rama y la chica entablan una breve amistad. El joven le anima a que se sienta libre de amar a quien quiera, aunque la sociedad la critique.
Pero el tal Kevin ocultaba más secretos. Un nuevo contacto resulta ser la «verdadera» novia de Kevin.
No hemos terminado con el lío de amores, que aparecen las primeras amenazas. «Tito y Franco» van ya, «re armados», en busca de nuestro Romeo que algo ha debido hacerles. Mientras, Rama no puede sino compadecerse por el anterior propietario del número.
Mientras anda en mil peleas, Kevin ha tenido tiempo, también, de organizar una buena fiesta musical por otras vías.
El amigo de antes le ofrece ahora un revólver del calibre 22 que, parece, Kevin ya había usado antes. El legítimo propietario del número, por su parte, ya no puede más.
La chica lesbiana del principio le declara estar en proceso de búsqueda de Kevin.
Al tiempo, una tercera chica aparece buscando al susodicho… Y con un notición: ¡está embarazada!
Llega un nuevo interlocutor. Lo que parece un chico con un dibujo anime en el avatar. Que recuerda la buena noche que pasaron.
Como veremos, ahora, Kevin, además de un romántico y un pendenciero, también era traficante. Y le piden drogas.
Lo que es más: los clientes, al no encontrar a Kevin, deciden pedirle la droga directamente a Rama.
22 comentarios después. Kevin APARECE.
Y sí, Kevin es tal y como esperábamos. Tras contactar con Rama, le amenaza por las conversaciones que ha ido teniendo estos días con otras personas que le contactaron a él por error. Encima, tal y como le cuenta la chica del principio, después de ir a buscarle a su casa Kevin la encerró en el baño.
Y como toda gran historia, la coda final. La cuarta (¿o quinta?) pretendiente del chico más ardiente del barrio de Glew.
En resumen, y como dice el tuitero:
Fijo la historia de Kevin, el narcotraficante, padre abandonador, bisexual reprimido, comprometido con una lesbiana y amenazado de muerte. https://twitter.com/RamaAleixo/status/810670837917515776 …
Netflix ya puede ir pidiendo los derechos del crossover Narcos-Making a Murderer más espectacular jamás leído. Gracias por todo, Kevin.