Tenía 24años y pasó encerrado los últimos 7. Cayó arrestado en la comisaría 1° sólo 24 horas antes de que se desatara el incendio en el que murieron él y otros seis detenidos.
Cabrera, el preso que habría comenzado el incendio, en otra cárcel.
Un choque, una moto robada y una réplica de un arma. Tres elementos que confluyeron para que Juan José “Noni” Cabrera (24), uno de los ladrones “más picantes” de Pergamino terminara detenido el miércoles pasado en la comisaría 1° de esa ciudad. La misma donde él y otros seis presos murieron 24 horas después por un incendio en el sector 1 del calabozo.
Aunque la causa de la tragedia surgirá de la investigación judicial, distintas versiones ubican a “Noni” como factor fundamental para que se produjera. Es que su llegada a la comisaría habría revolucionado el clima entre los 18 detenidos que ya había allí (la capacidad total era de 18). Fue la gota que desbordó el vaso.
Todo se remonta a un accidente entre una moto en la que iba “Noni” y un auto, ocurrido el miércoles en Alsina y San Nicolás, en el centro de Pergamino. Por el choque, el joven terminó en el piso. Cuando vio que el conductor del coche se bajaba para asistirlo, le rogó que no llamara a la Policía porque tenía antecedentes. En ese momento, el automovilista vio que al lado del muchacho, sobre el asfalto, había un arma. “Mirá, no quiero tener problemas, andá tranquilo”, le habría dicho el hombre a “Noni”, que se levantó, dejó la moto en el lugar y se fue caminando, según relataron fuentes policiales.
Pero un patrullero que pasaba por el lugar vio los vehículos parados y se acercó al conductor del auto. El hombre le relató lo ocurrido a la Policía y fueron a buscar a “Noni”. Como la moto en la que circulaba era robada, y él ya tenía antecedentes, quedó preso.
Momento en que Cabrera sufría un accidente,minutos después era detenido.
En la comisaría 1° se encontró con Alan Córdoba (24), un conocido suyo, que estaba preso por robo desde enero. Una hipótesis que manejan los investigadores es que horas después ambos se pelearon a “facazos” en el patio del calabozo, por una disputa previa por un botín.
Pero otra versión indica que cuando el fiscal dispuso que “Noni” quedara detenido y pasó del sector de “aprehendidos” hacia un calabozo, se resistió a compartir el lugar con otro preso: un acusado de asaltar y violar a una abogada en su casa. En medio de ese reclamo, que se habría dado en el patio del pabellón, los policías encerraron a todos en sus celdas.
“Se inició todo por un conflicto entre los detenidos y se los separó dividiéndolos en cada celda. ‘Noni’ Cabrera no quería estar encerrado y pidió que dejáramos su sector abierto. Pero si los dejábamos sueltos corríamos riesgo de que se acoplaran e iniciaran un motín”, contó un jefe policial de Pergamino consultado por Clarín.
Según esta versión, “Noni” y Córdoba, que habían quedado en el sector 1 con otros cinco presos, comenzaron a arrojar ropa prendida fuego al pasillo del calabozo. Desde la comisaría llamaron a los Bomberos. Pero cuando éstos llegaron, los amotinados habrían colocado los colchones contra las rejas y en pocos segundos desataron un incendio.
El fiscal Nelson Mastorchio, a cargo de la investigación, señaló ayer en una conferencia de prensa: “Una reyerta entre dos internos dio origen a que ingresara la Policía y dio paso al inicio del incendio”. Además, apuntó que el poliuterano con el que están hechos los colchones quemados en el motín puede alcanzar una temperatura de 500 grados. Y confirmó que hubo “hundimiento de los barrotes” de las celdas; el calor los deformó.
Para los familiares de los detenidos hubo responsabilidad de la Policía en la tragedia. “Mamá vení rápido que nos matan la policía”, fue el mensaje que recibió Flavia Gradiche en su celular, de parte de su hijo Alan a las 18.26, minutos antes del incendio. “Voy a saber la verdad. Limpiaron todas las pruebas. Los chicos nos estaban diciendo que la Policía los estaba matando”, denunció la mujer ayer.
Osvaldo Perrota, tío de Federico Perrota (23, otra de las víctimas), contó a Clarín que a las 18.50 recibió el último mensaje de texto. “Decía que la Policía los estaba matando”, afirmó.
“Varios familiares comenzamos a recibir mensajes, con minutos de diferencia. Ahora la Policía lo que quiere hacer es desviar la responsabilidad que tuvieron en este hecho”, agregó.
“Un testigo que estaba demorado alcanzó a salvarse y contó que vio ingresar a un policía con una varilla amenazando a los chicos con que los iba a acuchillar uno a uno e iba a decir que fueron ellos. Casualmente los chicos aparecen en las fotos con diferentes puntazos”, indicó el hombre, quien también dijo que todo se inició por una pelea entre “Noni” y otro interno. “Era muy peligroso para ponerlo donde estaba mi sobrino y los otros detenidos”, aseguró.
A pesar de sus 24 años, “Noni” es dueño de un amplio prontuario en Pergamino. Fuentes policiales informaron que estuvo preso desde 2009 hasta el año pasado, con breves salidas, acusado de varios delitos. En 2011, tras dejar un instituto de menores, fue detenido acusado de ser el autor de al menos once robos a mano armada en una semana en Pergamino. En uno baleó a una víctima.
Por su carácter “conflictivo”, en los siete años que estuvo preso conoció los penales de Junín, San Nicolás, Campana, Florencio Varela, La Plata e incluso la cárcel de máxima seguridad de Magdalena. Hasta que llegó a la comisaría 1° y protagonizó la mayor tragedia en una seccional de la Bonaerense en la historia.