La docente, quien dirige un establecimiento educativo de nivel Primario, está sospechada de presentar documento falso para justificar inasistencias por cuestiones de salud en instituciones donde es profesora, de Secundaria.

Sin dudas que los tiempos han cambiado y las distintas instituciones consagradas de otra época ya no son lo mismo que eran antes.

Las directoras de escuelas no son la excepción, porque en la actualidad las docentes a cargo de establecimientos educativos pueden cometer los mismos errores que los alumnos a su cargo al redactar publicaciones en las redes sociales y hasta son capaces incurrir en faltas penales al falsificar documentos oficiales.

Lo primero suele pasar con cierta frecuencia por la vorágine von la que la gente sube estados a las cuentas de redes sociales sin reparar en cuestiones mínimas como la gramática y la ortografía. Lo segundo es menos frecuente y no se han registrado muchos casos en nuestra ciudad.

Se conocen dos casos de falsificación de licencias médicas para justificar inasistencias a los lugares de trabajo de educadores en el distrito de Pergamino. Una causa ya fue a mediación y se resolvió en la Fiscalía local. El otro episodio es más grave porque involucra a una directora de escuela en esta maniobra que actualmente investiga administrativamente la cartera educativa provincial y merecería un reproche penal, si se comprueba la calificación de falsificación de documento publico.

El año pasado, esta directora de escuela falsificó varios talones de licencia médica adulterando formularios originales de los profesionales auditores de los docentes del distrito.

Las actuaciones administrativas fueron iniciadas por las autoridades de uno de los establecimientos educativos de nivel secundario donde presentó los talones para justificar las inasistencias, porque notaron irregularidades en la confección del documento.

Al contrastarla con los profesionales médicos auditores reconocieron la falsificación y descubrieron que no estaba registrada en la base de datos.

El funcionamiento del servicio de auditoría médica a docentes y no docentes en nuestro distrito está regulado por el Consejo Escolar. Por ese motivo los médicos pusieron en conocimiento de la situación a los consejeros escolares locales. Desde el organismo educativo iniciaron las actuaciones que le dieron intervención a las inspectoras de educación, como así también a la cartera educativa provincial para el expediente que genere el sumario correspondiente.

Lo más llamativo del caso es que, pese a la falta grave, las autoridades de inspección no han dispuesto ninguna medida preventiva con la directora hasta que se esclarezca su responsabilidad o no en lo que se le imputa.

La docente sigue al frente del establecimiento educativo de nivel primario y con las horas de profesora en Escuelas  Secundarias.

 

Fuente: El Tiempo