La laguna La Picasa superó la ruta 7, que quedó sumergida por más de 25 centímetros (y se espera que la cifra aumenta a 40 centímetros). Mientras tanto, el gobierno de Rivadavia ya empezó a trabajar en la colocación de tubos y en un canal aliviador para evitar que se inunde Sansinena.
General Villegas es, sin dudas, el epicentro del desastre hídrico que afecta a la región. Los desbordes del Río V y las permanentes lluvias que castigaron (y siguen castigando) a nuestro distrito han llevado a que hoy los villeguenses estemos, literalmente, con el agua al cuello: mirando de reojo y con recelo la enorme masa hídrica que amenaza con destruir la defensa y arrasar con la ciudad cabecera.
Lo crítico de la situación, las urgencias por reforzar las contenciones o romper las rutas para poner alcantarillas y que el agua fluya, los preparativos para albergar y asistir a posibles evacuados, la desolación que causa ver a pequeños (e históricos) productores en la quiebra, los caminos intransitables y los miles de inconvenientes que generan una inundación impiden ampliar la mirada y hacer un enfoque más global del problema.
Y es que el agua ya se volvió un paisaje natural. Así como hace años era común recorrer las rutas de la región y observar ganado pastando o máquinas cosechando el cultivo, hoy en la zona comprendida por las provincias de Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires sólo se puede ver algo: agua. Agua cortando caminos, agua en los campos, agua arriba de la ruta, agua aislando los pueblos.
Adiós a La Picasa
En el sur de la Provincia de Santa Fe el panorama es preocupante. Finalmente el agua le ganó la lucha al hombre y la Ruta Nº 7 (el más importante corredor bioceánico del país, que une las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza) quedó sumergida.
El nivel del agua creció, en una semana, más de 25 centímetros y sostienen que en unos días la ruta quedaría sumergida bajo unos 40 centímetros.
Rivadavia y Carlos Tejedor
Luego de que Hidráulica habilitara el corte de las rutas 188, 33 y 226 se generó una ríspida polémica entre los intendentes de los distritos aguas abajo (Javier Reynoso de Rivadavia, Miguel Fernández de Trenque Lauquen y Raúl Sala de Carlos Tejedor), quienes de hecho iniciaron acciones legales.
Mientras tanto el agua corre y en Rivadavia ya se pusieron manos a la obra puesto que la masa hídrica que baja es enorme.
El pasado domingo el gobierno municipal de Rivadavia trabajó en la colocación de nuevos tubos y trabajos en el canal aliviador del casco urbano de Sansinena. Según lo expresado por las autoridades, la zona de este pueblo es el factor de mayor riesgo en el distrito debido al agua que baja desde el Río V. Igual aseguran que el casco urbano no debería verse afectado por el avance del agua.
Por otro lado, en Carlos Tejedor el panorama tampoco es alentador. La zona de la ruta 226 está en una situación crítica, con mucho agua a ambos lados. De hecho, en varias oportunidades las autoridades tuvieron que cortar el tránsito porque el agua superaba la cinta asfáltica.
Fuente: JUNÍN 24