El presidente de Venezuela aseguró que la dirigencia opositora le suministra a sus manifestantes drogas poderosas para que lleven adelante disturbios y agresiones contra chavistas «en medio del éxtasis y la aceleración».
Además, acusó al líder de la Asamblea Nacional (Congreso), Julio Borges, de los «crímenes de odio» ocurridos en las protestas contra el gobierno por sus «llamados a la insurrección» y alertó que la oposición está preparando un clima para «desatar una guerra civil».
Maduro exigió justicia por el caso de un hombre que fue quemado en una manifestación opositora el 20 de mayo y que murió el domingo, después de agonizar, caso que calificó como un «crimen de odio».
En su programa de radio y televisión, Domingos con Maduro, el mandatario dijo que a muchos manifestantes les dan drogas poderosas para que hagan sus acciones contra el gobierno «en medio del éxtasis y la aceleración».
Maduro dedicó gran parte del programa a acusar a la oposición por la muerte del hombre de 22 años que fue quemado en el municipio Chacao, en el este de Caracas.
Precisó que fue apuñalado, golpeado y quemado por haber dicho que era chavista en medio de la manifestación.
«Este hombre fue golpeado y quemado en Chacao, que se ha convertido en el epicentro del odio, de las acciones violentas y criminales que han sido incubadas por quienes han intentado el asalto al poder político. Su muerte fue la victoria del odio por el color de su piel o porque alguien gritó que era un ladrón, que era un infiltrado», insistió.
«Dicen que el odio trae odio y la violencia trae violencia. Quienes han planificado esta agresión contra Venezuela saben que es la escalada necesaria para preparar a un país para una guerra civil», alertó.
Maduro dijo que el país pide «más que justicia» por estos hechos y pidió ser acompañado a una cruzada de unión, que condene la violencia y el odio, que detenga esta «campaña golpista e intervencionista contra nuestra país».
Añadió que tanto Borges como el también diputado opositor Henry Ramos Allup se han cansado de llamar al «linchamiento de los chavistas», citó la agencia de noticias DPA.
Maduro señaló que la fiscal general, Luisa Ortega, quien se ha desligado de la línea oficial denunciando una ruptura constitucional en el país, está obligada a buscar la verdad en los casos de violencia en las manifestaciones «sin parcialidad ideológica y política».
Apuntó que para buscar la justicia y la reconciliación del país planteó una Asamblea Constituyente, a fin de reformar la Carta Magna, la cual ha sido criticada y rechazada por la oposición.
«Hoy puedo decir que Venezuela entró en un proceso irreversible, en la búsqueda de la justicia con la Constituyente», refirió.
El Consejo Nacional Electoral convocó para el 30 de julio las elecciones de los 545 miembros de la Constituyente, por lo que el gobierno activó el tradicional plan militar de protección de las elecciones.
«Llamo al pueblo a prepararse para elegir el 30 de julio a los constituyentes para que las elecciones sean en paz, para que el pueblo decida, para que se reconstruya la paz», enfatizó Maduro.