Luego del exitoso operativo “Bobinas Blancas” realizado el último domingo en el cual el Ministerio de Seguridad de la Nación encabezado por Patricia Bullrich, a través de la Policía Federal, incautó casi 2.000 kilos de cocaína ocultos en bobinas de acero en la ciudad de Bahía Blanca, se secuestraron otros 372 kilogramos en la ciudad canadiense de Montreal, transportados con la misma metodología.
Luego de irradiar un alerta sobre la empresa vinculada a los narcos que operaba en la Argentina, las tareas de inteligencia coordinadas entre la Policía Federal, fuerza que dirige Néstor Roncaglia, y la Agencia de Administración para el Control de Drogas norteamericana (DEA), permitieron detectar un envío de cocaína que esa organización habría realizado con la misma metodología desde México hacia Canadá.
Al respecto, la ministra Bullrich señaló: “Luego del operativo en Bahía Blanca pudimos advertir a la DEA sobre el traslado de estos 372 kilos de cocaína hacia Canadá por parte de esta banda criminal. El éxito de esta operación resultó de la colaboración entre el gobierno argentino, la Policía Federal y la DEA”.
Con los datos obtenidos a raíz de la investigación, los detectives realizaron un procedimiento en la ciudad canadiense de Montreal, donde detectaron la droga oculta en bobinas de acero, tal como se hallaron las casi dos toneladas en la ciudad de Bahía Blanca.
Cabe destacar que el histórico procedimiento realizado en Bahía Blanca derivó en la detención de 17 personas, entre ellos ciudadanos de nacionalidad mexicana vinculados a un cartel de drogas de Michoacán con conexiones en distintos puntos del país. El cargamento incautado tiene un valor estimado de 60 millones de dólares.
En esa oportunidad, la ministra Bullrich destacó que “el objetivo fundamental es la lucha contra el narcotráfico planteada por nuestro gobierno” y señaló la“altísima importancia de esta operación porque demuestra que estamos atrás de cada una de las narco organizaciones que quieren operar ilegalmente en nuestro país”.
“Eran bobinas que se recubrían con ocho capas de un metal y se les hacía un campo magnético con cables especiales para anular los escáneres. Tenían máquinas especiales para armar estas bobinas y toda una infraestructura apta para la exportación de esta droga, creemos que fundamentalmente a Barcelona, pero también a Canadá», finalizó Bullrich.