SANTIAGO DEL ESTERO.- A vísperas de la Navidad, una bebé recién nacida fue abandonada en la puerta lateral de la iglesia Santa Rita. Afortunadamente la pequeña fue encontrada por el encargado del mantenimiento del templo, quien evitó que la niña muriera bajo el sol.
Pasadas las 17.30 de ayer, como todos los días, Felipe Doroteo Basualdo -58 años, del barrio Borges- llegó a la iglesia del barrio Jorge Newbery para desempeñar su labor diaria, el hombre jamás imaginó que iba a salvar la vida de una bebé, que quedó ‘en las manos de Dios’.
Felipe habló con El Liberal y contó que debido a las altas temperaturas que se registraban y que el párroco no había llegado, decidió sentarse en el umbral de la puerta de la iglesia.
‘No pasaba nadie por la calle, el silencio me hizo escuchar un llanto. Pensé que se trataba de algún animal, porque siempre los abandonan por la zona. Me paré y escuché con mayor claridad. Provenía de otra de las puertas laterales del templo’, manifestó el hombre, mientras mantenía su escoba en la mano.
Cuando Felipe se aproximó a la puerta, observó una caja que tenía en su interior una sábana negra. ‘Me acerqué aún más y vi la cara de la bebé. Tenía rastro de sangre en la frente. Sangre fresca. Como pude, salí corriendo y le pedí ayuda a la vecina del frente’, sostuvo.
Mientras el encargado del templo pedía ayuda, tres agentes de la policía que realizaban patrullaje por la zona, acudieron de inmediato a la pequeña. Estos dieron aviso al personal del Cepsi, que en pocos minutos se llegó al lugar y trasladó a la pequeña al centro médico.
‘Jamás me pasó algo así. Afortunadamente la bebé está viva y fui yo el testigo de un milagro navideño’, manifestó Felipe, al ser consultados sobre hechos anteriores. El hombre también contó que todos los días llega a la iglesia y da una vuelta por el terreno, revisando el perímetro.
Pericias
Personal de la Comisaría Nº 1 del Menor y la Mujer, a cargo de la oficial Karina Gómez, se hizo presente en el santuario y junto con peritos de Criminalística realizaron tareas fotográficas y planimétricas.
Dentro de la caja -de 60 cm de ancho, 20 cm de largo y 30 cm de alto- había una sábana negra, manchada con sangre. Además se encontraron restos de placenta, y por su estado hacía suponer a los peritos que el alumbramiento habría ocurrido minutos antes de ser encontrado.
La jueza Dra. Lucrecia Martínez Llanos, arribó al lugar y ordenó que los restos fueran trasladados a la morgue del Independencia para ser analizados por el médico forense.
Tras ser asistida de urgencia en el Cepsi, la bebé fue derivado a la sala de Neonatología del hospital Regional, a donde aún permanece internado.
Médicos del centro de salud, examinaron a la menor y expresaron que se encuentra en buen estado de salud. Además se supo que tenía cortado el cordón umbilical, pesa 3.600 kilogramos y llevaba al menos dos horas de vida. Se presume que fue abandonada cerca de las 15.
Ahora, la policía -de distintas reparticiones- trabaja arduamente para dar con el paradero de persona que abandonó a la pequeña.