Las grabaciones de una cámara de seguridad posibilitaron imputar por el crimen de Priscila Lafuente a su propia madre y padrastro, quienes ayer se negaron a declarar ante el fiscal de la causa.
Ayer, los efectivos intervinientes, de la DDI Quilmes, incautaron las grabaciones de una cámara de seguridad instalada en una estación de servicio sobre la avenida Mitre, a una cuadra de la casa de la familia.
En ellas puede observarse el paso de los imputados y los dos hermanos de la niña caminando con un cochecito de bebé en dirección al arroyo, agregaron las fuentes a Télam.
Durante la madrugada de ayer, además, el personal policial allanó la vivienda de la familia, ubicada en el cruce de las calles 161 y 49A, de la localidad de Guillermo Hudson, donde hallaron junto a la vereda varias bolsas para residuos con cenizas, pelos y fibras que deberán ser sometidos a análisis para constatar si coinciden con el ADN de Priscila.
Entre otros elementos encontrados en el interior de la propiedad, los policías secuestraron el cochecito de bebé en el que presuntamente trasladaron el cuerpo de la niña, que estaba guardado en la habitación de los dos hijos en común de la pareja y hermanitos de Priscila, de entre 3 y 5 años.
Tanto la madre, identificada como Silvia Beatriz Lafuente, como el padrastro, un bombero de la Policía Federal pasado a disponibilidad llamado Pablo Verón Bisconti, fueron detenidos el martes a la noche luego de que éste aparentemente «se quebró» en sede policial.
De acuerdo con el relato de las fuentes, Verón Bisconti les dijo a los policías que Lafuente «cagó a palos» a la niña durante la noche del pasado viernes 3 de enero, que luego la acostó a dormir y que, ya durante la mañana del sábado 4, la fue a despertar y la encontró muerta.
El padrastro de la niña dijo que tomó el cuerpo de Priscila e intentó quemarlo en la parrilla de la casa para eliminar pruebas del delito, aunque al no conseguirlo decidió envolverlo en una bolsa de plástico y esperar a la noche para descartarlo, relataron los voceros.
Finalmente, la noche del sábado, Lafuente y Verón Bisconti, siempre según la información suministrada por los voceros, colocaron el cadáver en un cochecito para bebé y, en compañía de los hermanos mayores de la niña, de 11 y 15 años, lo llevaron hasta el arroyo «Las Conchillas», de Berazategui, distante a tan sólo ocho cuadras de la casa.
Sin embargo, ayer a la tarde, ambos se negaron a declarar ante el fiscal del Departamento Judicial Quilmes que instruye la causa, Carlos Riera, quien los indagó como coautores del delito de «homicidio calificado».
En tanto, ayer trascendió el testimonio de una vecina de la madre de la nena que indicó que en julio pasado otro de sus hijos había fallecido presuntamente por ahogarse con su propio vómito.
Con ese testimonio, los pesquisas podrían exhumar el cuerpo del pequeño para determinar las circunstancias de su muerte, informó hoy el diario La Nación.
Por otra parte, ayer la autopsia que le practicaron al cadáver de la niña reveló que Priscila murió como consecuencia de múltiples traumatismos en el cuerpo, y que las quemaduras que presentaba el cuerpo fueron realizadas post mortem.
El cadáver de Priscila Lafuente fue hallado por la policía el martes por la mañana, entre los pastizales y arbustos de un arroyo ubicado debajo del puente de avenida Mitre, casi calle 44, en Berazategui, próximo al límite con la vecina localidad de Guillermo Hudson, en el sur del conurbano.
La madre de la niña denunció la desaparición de su hija durante las primeras horas del lunes, pese a que, según su versión, faltaba de su casa desde el sábado.
El cuerpo fue identificado por el padre biológico de la niña, separado de Lafuente desde hace algunos años, y esa misma noche fueron detenidos la madre y el padrastro de la víctima.