La frustrante situación en la que otro, en general un superior jerárquico, se lleva los laureles por ideas que no le corresponden es más frecuente de lo que parece. Cómo lograr revertir la situación y salir beneficiado.
Nadie se siente bien cuando su contribución no es reconocida. Lamentablemente, esta es la creciente queja entre muchos trabajadores. Hacen todo el trabajo duro y su jefe se lleva todo el mérito. Las empresas con supervisores que se dedican a este tipo de práctica, con el tiempo serán testigos de una disminución del compromiso y el entusiasmo.
La práctica a veces toma un giro perturbador. Se presenta la idea al jefe y ellos la desestiman, pero semanas después los ves presentar la misma idea que rechazaron. Ellos aplauden la idea, pero tu nombre nunca se menciona.
En la mayoría de los casos, el miedo a perder su trabajo es suficientemente intimidante para decir algo. Esta es una situación frustrante, pero hay una salida. Desde Freelancer.com, la plataforma más importante del mundo de empleo independiente, recomiendan una serie de tips para lidiar con la situación del jefe llevándose los laureles por el arduo trabajo, sin arriesgarse a quedar en una situación desfavorable.
- ¿La situación es tan grave como parece?
Sin duda, este comportamiento puede molestar. Sin embargo, es importante evaluar críticamente la situación para ver si realmente es un problema. Hay que mantener las emociones bajo control y dejar de lado tu ego, lo que puede llevarte a dar el paso equivocado. Intentar ver la situación desde una perspectiva diferente. Elegir las peleas que hay que dar es clave.
Los jefes que roban ideas a menudo están en una búsqueda desesperada para seguir siendo relevantes. En algunas empresas, ser colocado bajo un supervisor significa que ellos terminarán llevándose el crédito de las ideas de sus empleados.
El hecho de que tus ideas sean lo suficientemente relevantes y creativas como para que sus superiores consideren robarlas es una forma de elogio. Esto solidifica aún más la posición del empleado en la empresa. Si ocurriera una ola de despidos, su posición no será la primera en desaparecer. Estos puntos de vista pueden ayudar a pensar menos en la práctica hasta que se sienta cómodo con ella.
- Hacer las preguntas adecuadas
Las palabras e ideas compartidas en voz alta no se pueden cambiar. Es por eso que hay que elegir las palabras sabiamente. En lugar de lanzar acusaciones, hacé las preguntas correctas, especialmente aquellas que tienen que ver con «por qué». Esto transfiere la carga al jefe, ya que tendrá que presentar una buena excusa que justifique su acción. La investigación muestra que es mejor preguntar por qué sucedió qué hacer afirmaciones. Hacer preguntas cómo ¿Sentís que la presentación estuvo bien?’ y ¿Hay algún punto que pienses que te perdiste? abrirá a tu jefe a la realidad de su error. El punto no es arrojar la culpa, sino hacer que se den cuenta de que algo anda mal.
- Asegurarse de tener testigos
Algunas personas preguntan si importa quién obtiene el crédito. La verdad es que en cada organización, la cantidad de comentarios creativos suele ser el criterio para promociones, aumentos salariales y asignaciones, según la autora de HBR Guide to Office Politics, Karen Dillion. Si el robo de ideas se convierte en un problema recurrente en tu organización, puede ser hora de que cambies tu enfoque también. Suponiendo que no es la primera vez que tu jefe te ha robado una idea y sentís que se está convirtiendo en un obstáculo para el progreso de tu carrera, trata de revelar la situación al resto del equipo. Si los miembros del equipo no tienen idea de lo que está sucediendo, no divulgues ninguna idea ni hagas sugerencias a tu jefe hasta que estén otros presentes. Tus compañeros de trabajo siempre deberían estar allí para presenciar que presentas tu idea a tu jefe. Ellos serán los que respondan por ti cuando se trata de tu palabra en contra de tu jefe. Si esto significa cambiar de establecimiento, tu testigo puede servir como referencia para su nuevo trabajo.
- Hablar con los jefes sobre la situación
Cuanto más se espera, más fuerte se volverá el resentimiento. Es mejor acercarse al jefe lo antes posible para hablar sobre la situación. Comenzar y terminar la conversación con una nota positiva. El estado de ánimo positivo creado te dará la oportunidad de registrar la queja. Es vital tomarse un tiempo para destacar el papel de la idea que conducen al éxito del proyecto. Luego, hablar sobre cómo se “perdió” tu contribución y cómo todo el escenario afecta tu actitud hacia el trabajo. Hay que utilizar un lenguaje profesional y productivo para presentar el caso. La idea es despertar la empatía de tu jefe y no pelearse.
- Crear un timeline documentado
Siempre es importante armar un documento preliminar que te ayude a demostrar que la idea es de creación propia y usar el poder de la tecnología para cambiar el juego. Por ejemplo, guardar copias de todos los correos electrónicos enviados o recibidos y hacer marcas en el calendario para mostrar la línea de tiempo de proyectos anteriores. Estos documentos te ayudarán a demostrar que vos fuiste fue el cerebro detrás del éxito.
- Enseñar a los jefes a dar reconocimiento
Algunos jefes roban ideas sin reconocerlas simplemente por ignorancia. En este caso, los empleados pueden ser el catalizador que estimulará a los jefes a un cambio de actitud. Es bueno comentar al jefe lo orgulloso que te sientes de los otros miembros del equipo por sus diferentes aportes y cómo las contribuciones lo ayudan. Cuando se siembra esta semilla de agradecimiento o das crédito en la mente de tu jefe, y una vez hecho esto, hay que “regarla” con constantes recordatorios. Con el tiempo, esto ayudará a su jefe a relacionarse con la forma en que el éxito de otros miembros del equipo.
- Dar a los jefes el reconocimiento que buscan
Muchos jefes que roban ideas están buscando desesperadamente información relevante y reconocimiento. Si descubrís que tu jefe está buscando la validación, podes hacer que sea más fácil para ellos recurrir al elogio público. Hay muchas maneras en que se puede hacer esto sin que parezca que se está desestimando al jefe. Por ejemplo, podrías estar en una reunión de personal en la que anuncies que tu departamento ha avanzado de manera específica al felicitar a tu jefe.
Los sí y los no
-SÍ
– Darse tiempo suficiente para alejarse y ver de lejos mejor situación. No tomar decisiones apresuradas.
– Hacer las contribuciones lo más claras y simples posible, siempre que se tenga la oportunidad de hablar sobre ellas.
– Buscar la ayuda de sus colegas para hacer el anuncio cada vez que surja un tema del proyecto.
-NO
– Pensar que debes obtener crédito por todas sus contribuciones.
– Asumir que su jefe tiene intenciones oscuras para tomar créditos que no le corresponden.
– Recurrir a las acusaciones.
Fuente:www.brand-partners.com.ar