Los médicos no calificados son un problema generalizado en la India, donde la falta de servicios de salud pública pueden fomentar la proliferación de clínicas privadas no reguladas.
Cuando 13 personas en la aldea de Premganj fueron diagnosticadas como VIH positivas en el mismo día el noviembre pasado, los medicos en Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India, supieron que algo extraño estaba sucediendo.
A medida que surgieron más casos en el distrito de Unnao, el periodista de Scroll Kanchan Srivastava informó que se había logrado vincular el origen de al menos ocho casos con un solo «médico» que había tratado a los pacientes por dolencias menores con jeringas infectadas con VIH/Virus del SIDA. Los casos serán registrados oficialmente por el Departamento de Control del SIDA de la India.
«En la mayoría de los casos, no parece haber ninguna otra forma de propagación de la infección aparte de la contaminación», dice Amit Sengupta, director de Jan Swasthya Abhiyan, una red de salud sin fines de lucro. La mayoría de los casos fueron en niños y ancianos, no en la población de alto riesgo.
Los charlatanes o quacks, como les llaman en la India, son un problema generalizado en ese país, donde la falta de servicios de salud pública pueden fomentar la proliferación de clínicas privadas no reguladas. Algunas encuestas regionales estiman que el 70 por ciento de los proveedores de salud en las zonas rurales de la India carecen de formación médica formal, según el British Medical Journal. Algunas veces han estudiado medicina homeopática o ayurvédica, pero según la ley no deben prescribir medicamentos alopáticos (o convencionales).
Sin embargo, debido a que por lo regular son la única opción, las comunidades confían en esos «médicos» para que les den recetas y los diagnostiquen. Mientras hacía investigación sobre la malaria en la India hace unos años, muchos nativos de las zonas rurales con los que hablé me dijeron que confiaban más en esos charlatanes que en los médicos del gobierno porque les daban inyecciones, las cuales ellos consideraban más efectivas que las píldoras que les daban los verdaderos doctores.
En el caso de Unnao, reportado en los medios locales, un funcionario del hospital del distrito ya había ordenado que se realizara una investigación del medico charlatán en cuestión, meses antes de que se encontraran los casos de VIH. Pero Sengupta dice que esto a menudo produce pocos resultados: «En teoría, sí, se supone que la administración trata de detener la práctica, pero en realidad eso rara vez ocurre», me dice. En otras instancias en la India, los médicos falsos han realizado sin licencia procedimientos de esterilización que amenazan la vida de las mujeres, y el año pasado uno fue acusado de matar a un niño de 19 meses.
Esto hace que sea aún más difícil para el país de mil millones de personas reducir la tasa de infectados con VIH/SIDA. Si bien el país ha podido reducir su tasa de infectados en las últimas dos décadas, un tercio del porcentaje de la población —alrededor de 2,1 millones de personas— sigue siendo VIH positivo. Las intervenciones y los programas de salud pública son menos efectivos cuando las personas dependen de clínicas privadas poco confiables.
Mientras tanto, el gobierno hindú ha comenzado a entrenar oficialmente a estos pseudo doctores, con la esperanza de proporcionarles estándares médicos seguros y mitigar el peligro que infligen a la desprevenida población. No obstante, Sengupta dijo que estas iniciativas son esporádicas y lentas, y que no pueden reemplazar la existencia de un mayor acceso a la atención medica pública y privada.
«El problema no es la propagación del VIH, el problema es que hay una clara falta de instalaciones, y de profesionales calificados ya sea públicos o privados», dijo. «Es una situación inaceptable».
Este miércoles, la policía hindú arrestó a Rajendra Yadav, el médico sin licencia que está acusado de infectar al menos a 46 personas con VIH por haber reutilizado una jeringa. «Fue arrestado gracias a un aviso y está siendo interrogado sobre su participación en el caso», le dijo el jefe de la policía de Unnao, Pushpanjali Devi, a la AFP. Las autoridades harán pruebas forenses a los instrumentos médicos en su poder. Aún así, el director médico en jefe de Unnao, S.P. Choudhary, no cree que un médico falso sea responsable de todos los nuevos casos de VIH, citando como otra posibilidad el sexo sin protección entre una población de transportistas migrantes.
Fuente: Infobae