Hoy la gente está conectada veinticuatro horas, escriben, suben fotos, muestran toda su intimidad. Todo pasa por la red. ¿Se han preguntado por qué si hay tanta conexión, puede haber tanta indiferencia al otro cuando está cerca, tanta soledad, tanta ansiedad, tanta tristeza?.
La persona que se siente sola suele estar más angustiada, deprimida y hostil, en la medida que se aísla más le cuesta vincularse laboralmente o con grupo de pares. Se les hace muy difícil también, formar pareja, tolerar una charla con amigos, o comenzar un deporte. Las personas solitarias tienden a tener relaciones negativas respuestas inadecuadas, generando malestar en los otros.
El aislamiento social tiene consecuencias físicas, aumento de los niveles de cortisol — hormona del estrés—, se incrementa la resistencia a la circulación de la sangre y disminuyen ciertos aspectos de la inmunidad. Otros efectos dañinos de la soledad debido a esos cambios neuroendócrinos provocan alteración de ciclo del sueño, dando como resultado, despertares nocturnos y sueño no reparador, debido a que
el cerebro capta su entorno social como algo hostil y poco seguro, permanece constantemente en alerta.
Y las respuestas del cerebro solitario pueden servir para la supervivencia inmediata.
A lo largo de este plazo, este estrés crónico llevará a cuadro de depresión, con todos los
síntomas que ello conlleva, dolores físicos, falta de concentración, trastornos en la alimentación ,irritabilidad, etc.. Alteraciones del sistema inmunológico. La soledad incrementa las probabilidades de mortalidad en un 26%, aproximadamente igual que la
obesidad.
Por desgracia, para muchos hablar con franqueza sobre la soledad sigue siendo difícil, porque es una condición mal comprendida y estigmatizada. Sin embargo, dada su frecuencia y sus repercusiones en la salud, tendría que estar reconocida como un problema de salud pública. Debería recibir más atención en las escuelas, en los sistemas de salud, en las facultades de medicina y en las residencias de ancianos, para garantizar que los profesores, los profesionales de la sanidad, los trabajadores en los centros de día y en los
centros de tercera edad sepan identificarla y abordarla.
Cuando la red es utilizada para reemplazar el contacto humano, no sólo fracasa, sino que es perjudicial, generando vínculos y afectos superficiales dando un resultado opuesto, ahondando la soledad.
En la actualidad varios países, en particular Dinamarca y Reino Unido, han creado programas nacionales para concienciar al público sobre la soledad crónica, fomentar un mejor conocimiento de sus consecuencias catastróficas que tiene y mejorar las intervenciones, las políticas para bordar este problema y su financiación.
Desde el punto de vista de la medicina, la psicología y psicoanálisis, sociología y ciencia política, el término ‘alienación’ hace referencia a situaciones personales y emocionales que el sujeto ya no controla, un ‘yo’ que se extraña, una inconformidad con el entorno y con sí mismo que fractura al sujeto, lo fragmenta y lo convierte en un ‘ciudadano del mundo’ extraviado en el vértigo agobiante del mundo moderno. Los sociólogos consideran que la alienación del sujeto es responsable de la mayoría de la conflictividad política social, que
puede ir desde la intolerancia (política, religiosa, social, sexual), hasta la negligencia y la pusilanimidad ante las transformaciones sociales.
¿Cómo impacta la soledad emocional y social a la colectividad?
El impacto social no es cuantificable, si el sujeto está insatisfecho con su entorno, el conjunto de ‘insatisfacciones’ fomentará una sociedad disfuncional, irracional e incomprensible, algunas de las consecuencias de esto son:
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Dificultades para formar y mantener una familia unida, vínculos disfuncionales, dificultades en las relaciones laborales generando vínculos hostiles.
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Radicalización de los conflictos sociales por falta de participación activa en los cambios, como indiferencia por el deber de votar, indiferencia ante el cambio climático por la influencia humana, entre otros tópicos
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Aumento de la violencia urbana de manera desmedida.
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Aumento de la violencia doméstica, intolerancia al otro.
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Aumento de padecimientos psiquiátricos, distress, paranoia, depresión, ansiedad.
Extremos en el comportamiento sexual, por un lado, puede haber tendencia a conductas promiscuas, por el otro, una ausencia total de relaciones. El hábito de preferir vivir y estar solos se está convirtiendo en la característica principal de la sociedad actual, los expertos consideran que la tecnología junto a las redes sociales, agudizan aún más la incapacidad de los seres humanos de romper su ciclo alienador y superar esa soledad negativa que está
destruyendo los cimientos de la psicología colectiva.
Ustedes, como se relacionan con sus amigos o familias. ¿Conocen sus gestos o sus emoticones referidos?
Espero sus comentarios.
Patricia.
PATRICIA RAIMUNDO
MÉDICA
PSIQUIATRÍA Y PSICOLOGÍA CLÍNICA
MP: 62951
MN: 158734
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