Hace cuatro meses, Ana Julia Quezada asesinó a Gabriel Cruz y fue detenida 12 días después. Ahora se conocen detalles en primera persona sobre el asesinato.
Ana Julia Quezada reveló detalles sobre cómo asesinó a su hijastro de ocho años, Gabriel Cruz, en lo que fue un crimen que conmueve a España desde hace cuatro meses.
El pequeño había desaparecido en Almería y fue hallado muerto a los 12 días en el auto de la detenida. Durante su última declaración ante la Guardia Civil, la acusada dijo que se había quedado con una remera de la víctima para que Ángel, papá del nene, «creyera que estaba vivo, para darle esperanza y no hacerle daño».
La información surge de un documento judicial de la causa al que tuvo acceso La Vanguardia donde la detenida, nacionalidad dominicana, dijo que «no sabía lo que hacía» cuando plantó la prenda como pista.
Según el relato de Quezada, el pasado 27 de febrero estaban en la casa de la abuela. La acusada afirmó que vio a Gabriel con un hacha en el jardín, le dijo que la suelte porque se podía lastimar pero que el menor le habría dicho que «siempre tenía que decirle lo que tenía que hacer» y que era una «negra fea».
Como respuesta, la mujer forcejeó con el niño para sacarle el hacha, «taponándole la boca a la vez para que se callara y no la insultara». Luego la autopsia demostró que Gabriel murió estrangulado. «No quería hacerle daño a Gabriel ni a nadie», aseguró.
Tras asesinar a su hijastro, ella «se asustó muchísimo y se bloqueó», entonces se quedó fumando sin saber qué hacer, hasta que lo enterró cerca de una pileta.
«Lo único que pido es que me juzgue y se me trate como se me tiene que tratar en mi situación», escribió la detenida en una carta que envió a los medios. «Estoy muy impactada por todas las mentiras que se han dicho de mí. No estoy para nada bien. Ante todo, quiero pedirle perdón a toda la familia de Gabriel y a las personas que he hecho daño», remarcó la mujer.