La impresionante cifra fue revelada por la Asociación Civil La Casa del Encuentro y en comparación con el 2012, son 40 crímenes más. Esto supone que mañana, cuando se festeje el día internacional de los derechos de las mujeres, es muy probable que una haya sido asesinada por su esposo, su ex pareja o incluso, su padre.
El informe detalló que en 2013 hubo 295 femicidios en todo el país. Es decir, hubo un crimen sexista cada 30 horas. El 80% o 238 crímenes fueron hechos por personas con algún vínculo con las víctimas: 114 homicidios ocurrieron con responsabilidad de esposos, parejas, novios y amantes; 72 por ex esposos, ex parejas o o ex novios; 7 por padres o padrastros; 22 por otros familiares; 15 por vecinos; y 8 por hijos. En los 57 casos restantes, no se encontró ningún vínculo.
«Con este informe de investigación estamos solicitando y remarcando la necesidad de la existencia de estadísticas oficiales sobre violencia hacia las mujeres, incluyendo los índices de femicidios; que en la reforma del Código Penal no se quite el agravante por violencia de género; y la reglamentación de los artículos de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que se desarrollan sus relaciones interpersonales», indicaron en el trabajo Fabiana Túñez y Ada Rico, titulares de La Casa del Encuentro.
Como si el número por sí solo no fuera estremecedor, el informe reveló la forma en la que cada una de las 295 mujeres fue asesinada: 83 fueron baleadas; 64 apuñaladas, 37 golpeadas, 28 estranguladas, 17 incineradas, 13 degolladas, 9 ahorcadas, 3 ahogadas, 6 descuartizadas, 3 empaladas y 19 bajo circunstancias desconocidas.
«Se debe garantizar el acceso a la justicia con patrocinios jurídicos gratuitos en todo el país, especializados y capacitados en la temática, para las mujeres víctimas de violencia de género», sostuvieron las directoras de la ONG.
Las expertas insistieron en la necesidad de tener más hogares o refugios en la emergencia, así como Hogares de día para víctimas, con asistencia interdisciplinaria con el objetivo de protegerlas y fortalecerlas para que puedan seguir adelante, libres de violencia. «Además, es importante la creación de un subsidio habitacional y de alimentación para las víctimas otorgados por el Estado nacional», finalizaron.
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