El día de ayer, a raíz de los fallos judiciales que absolvieron a Carla Céspedes y Arsenio Narvay, integrantes de la Policía Federal y la Gendarmería Nacional respectivamente, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, recibió a ambos en la sede del Ministerio luego de que se conociera la resolución judicial que los absuelve.
“Estamos muy conformes con las resoluciones judiciales y convencidos que esto sienta las bases para un nuevo paradigma con respecto al accionar policial: aquellos que actúen en el marco de la ley serán defendidos. Desde el primer dia seguimos los casos, porque tenemos el compromiso de cuidar a quienes nos cuidan ”, explicó la ministra Bullrich.
Carla Céspedes formaba parte de la Policía Federal Argentina (luego pasaría a integrar el cuerpo de la Policía de la Ciudad cuando se efectivizó el traspado) cuando el 22 de diciembre de 2016 se enfrentó contra dos delincuentes que asaltaron un supermercado chino en el barrio porteño de Caballito.
Mientras cumplía con un servicio de consigna policial en la intersección de Estivao y Ramos Mejía, Céspedes intervino en un robo a mano armada por parte de dos hombres que atacaron un supermercado chino.
Los delincuentes encañonaron con un arma de fuego a uno de los dueños, de nacionalidad china, para luego llevarse toda la recaudación del comercio. Además, asaltaron a un proveedor de mercadería, extrayéndole su dinero y teléfono celular. En ese momento, Céspedes intervino dándoles la voz de “alto policía” –ignorada por ambos, quienes intentaron darse a la fuga. Uno de ellos, al percatarse de su condición de policía, le gritó al otro: “¡Matala, matala a esa hija de puta!”.
Fue en ese momento que Céspedes utilizó su arma para defenderse y proteger tanto su propia vida como la del resto de las personas que circulaban por allí. Uno de los disparos terminaría por quitarle la vida a uno de los delincuentes, mientras que el otro logró huir para ser detenido en otro operativo unos días después.
A raíz de la investigación para dar con el paradero del prófugo, en las escuchas telefónicas se obtuvo la información clave que permitió identificar un arma escondida en un domicilio. La misma contenía la munición modificada, adaptada al tipo de punta hueca (prohibida mundialmente) para generar heridas letales tras el impacto.
A raíz de lo sucedido, Céspedes fue procesada en enero de 2017 por la jueza de Instrucción, Fabiana Palmaghini, por homicidio agravado por abuso policial, con una amenaza de pena de prisión perpetua por acusación. La defensa de Céspedes, ejercida por la Policía Federal Argentina y con asesores del Ministerio de Seguridad, planteó la absolución por tratarse de un caso de legítima defensa en cumplimiento del deber, ya que existía peligro real de que le dispararan tanto a ella misma como a un tercero.
Por decisión del Tribunal Oral Criminal N° 14, integrado por los jueces Hugo Cataldi, Beatriz Bistue de Soler y Miguel Ángel Caminos, se dispuso su absolución a poco menos de dos años del hecho.
En horas de la madrugada del 27 de agosto de 2017, Arsenio Narvay, integrante de la Gendarmería Nacional, se encontraba aguardando un colectivo en Rincón de Milberg para dirigirse a tomar servicio. Fue en ese momento que dos delincuentes lo abordaron sobre la intersección de las calles Callao y Chubut para robarle sus pertenencias.
Los ladrones hirieron a Narvay en su pierna derecha con un arma blanca y el gendarme extrajo su arma reglamentaria y retrocedió para defenderse. Fue en ese momento que se produjo el disparo que terminó con la vida de uno de los atacantes, mientras que el otro recibió un disparo en una de sus piernas.
Narvay debió retirarse del lugar mientras intentaba comunicarse con el servicio de emergencias 911 ya que un grupo de personas que se encontraba cerca intentó agredirlo luego de lo sucedido.
Por el hecho, Narvay pasó un año y tres meses preso hasta que, días atrás, el Tribunal Oral N° 5 de San Isidro, compuesto por los jueces Marcela Ramos, Pablo Rolón y Ariel Introzzi Truglia, dispuso su absolución.