Organizaron una especie de subasta para que el mejor postor se lleve la prenda. Usarán las ganancias para pagarle una comida a diez personas.
Cuando se termina una relación muchas personas eligen hacer un duelo, pero este no es el caso de una Camila Perochena, una rosarina que vive en Buenos Aires, quien decidió organizar un asado.
La mujer puso a la venta en un sitio de subastas el vestido con el que se iba a casar con el propósito de usar las ganancias para pagarle una comida a diez amigos.
La prenda viene en talle S, cuenta con tiritas de encaje, un escote drapeado que (según la publicación) es «antibalas» y se vende a un precio base de 2000 pesos. «No lo regalamos, por lo menos nos tiene que alcanzar para unos choris -dice el posteo-. Sería una subasta, el que da más (puede ser el asado directo) se lo lleva«, dijo a La Voz.
Para ahuyentar los miedos de los supersticiosos, contó que a la pareja le fue bien, pero “él se fue a recorrer el mundo y ella es una divina pero quiere una especie de Marta Minujin del arte escénico«.