El doctor Benjamin Bianchi, especialista en terapia intensiva y en neumonología, explicó que la ablación respondió al caso de una joven que por un accidente doméstico permaneció internada, primero en el Hospital San José y luego en el sanatorio.
Ayer desde el mediodía y hasta las últimas horas de la tarde personal médico del Centro Unico Coordinador de Ablación e Implante Provincia de Buenos Aires (Cucaiba) llevó a cabo una ablación de órganos en la Clínica Pergamino.
Si bien no existen datos precisos respecto del procedimiento en sí, se obtuvo alguna información complementaria de parte del doctor Benjamin Bianchi, especialista en terapia intensiva y en neumonología.
El también coordinador del Servicio de Terapia Intensiva de la Clínica Pergamino reveló que el proceso tuvo lugar en uno de los quirófanos del sanatorio, desde las primeras horas de la tarde de ayer hasta llegada la noche.
De acuerdo con lo expuesto por el médico, la ablación responde al caso de una joven que por un accidente doméstico permaneció internada, primero en el Hospital San José y luego en la Clínica Pergamino. Al no ser favorable la evolución y luego de los exámenes médicos correspondientes se declaró la muerte encefálica por lo que, luego de la voluntad de sus familiares directos, se procedió a establecer contacto con los referentes del Cucaiba para concretar la donación de sus órganos.
El doctor Bianchi precisó que fue “producto de un episodio de electrocución” que la joven tuvo un paro cardiorrespiratorio. “Se le practicó la resucitación en el Hospital San José y luego fue derivada a la Clínica Pergamino, el jueves pasado. Aquí estuvo todo el tiempo asistida con respiración mecánica. Lamentablemente no evolucionó favorablemente desde el punto de vista neurológico y en el transcurso del fin de semana detectamos signos de muerte encefálica, razón por la cual ante esa situación notificamos al Cucaiba y comenzamos con la interacción para dar curso al procedimiento de ablación de órganos”, detalló.
Desde la Ley Justina
Si bien se contó con la plena voluntad de los familiares directos de la joven, es importante destacar que a partir de la implementación de la Ley Justina todos los ciudadanos son donantes a menos que haya una intención previa y expresa de no donar, lo que en términos legales es ser donante presunto.
En este caso particular, cabe recordar, siempre hubo una voluntad plena por parte de la familia de la joven de donar los órganos.
Hablando de la faz operativa del procedimiento de interacción con Cucaiba, Bianchi destacó la labor de María Marino, referente del organismo en Pergamino, “quien estuvo trabajando arduamente con el equipo de la Clínica durante más de 36 horas”.
Paso a paso
Antes de dar paso a un procedimiento de ablación se debe -por protocolo- realizar un diagnóstico clínico de diferentes signos y síntomas para constatar, en primer lugar, y luego declarar la muerte encefálica.
Tras los exámenes correspondientes se debe hacer un diagnóstico de certeza, en este caso específicamente se le practicó a la paciente un encefalograma, con el que se registra la actividad cerebral. Cuando se certifica la muerte encefálica se da curso al protocolo de ablación de órganos, que es realizado por un equipo de médicos pertenecientes al Cucaiba, los que se instalan en el sanatorio y llevan adelante el procedimiento.
Donar vida
Como médico de Terapia Intensiva, Bianchi explicó que los profesionales tienen la obligación de declarar en los casos en que se produce la muerte encefálica. “Probablemente en las clínicas no sean tan frecuentes las ablaciones por las características de la población que se recibe, quizás no sea tan habitual como a uno le gustaría pero con el correr de los años notamos que es algo cada vez más frecuente”, comentó.
En este marco de cambio de mentalidad y actitudes frente a la vida y la muerte, es dable señalar el avance significativo que aparejó la implementación de la Ley Justina que, según el médico, “permitió agilizar los tiempos del proceso y fundamentalmente poner el foco en la donación de órganos y en los procedimientos de trasplante, sobre lo que pesaba una deficiencia en el ámbito de la salud, producto muchas veces de la ignorancia. El estado público que tomó la Ley Justina generó que la población esté más informada, que sepan que no hay vida en el momento en que se practica la ablación y que con la donación se da vida. Notamos que hay una población tendiente a naturalizar e internalizar el gesto de donar órganos”.
“Todos somos donantes”
La Ley N° 27.447 dispone que «toda persona capaz mayor de 18 años» es posible donante de órganos o tejidos, salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario. Entonces, antes de hacer una ablación, los médicos deberán corroborar si el donante, en vida, informó su negativa, algo que se puede hacer a través del Incucai, el Renaper, los Registros Civiles, los Organismos Provinciales de Ablación e Implante, el Correo Oficial, o el perfil digital de Mi Argentina.
Fuente: La Opinion