José Rojas se presentó en la casa del novio de su ex pareja y lo mató a puñaladas. También a la madre de la víctima. Tras cometer el asesinato, fue hasta la casa de su ex mujer y le contó el hecho
José Rojas (35) se subió a la moto y fue a la casa de su ex mujer para confesar el crimen. Horas antes, en la intersección de Silva y Maipú, justo en la esquina, tocó el timbre de la vivienda y pidió hablar con Pablo Martín Caputa (37), actual pareja de su ex novia. Ingresó con la excusa de dialogar, olvidar viejos conflictos y comenzar un nuevo vínculo. Sin embargo, tras una discusión en la cocina ocurrió lo peor.
Rojas tomó un cuchillo y apuñaló en reiteradas oportunidades a Caputa. El hombre murió en el acto. Su madre, María Elisa Rafaelle (64), corrió para escapar y pedir ayuda. Sin embargo, la alcanzó en el garaje de la vivienda, le provocó varias heridas con el arma y también la mató.
El crimen no rompió el silencio de una madrugada serena en el barrio Ameghino. Su escape a bordo de la moto tampoco despertó a los vecinos, quienes se encontraron con el sangriento escenario durante la tarde del miércoles.
La ex pareja del imputado obtuvo -sin querer- la máxima revelación: «Ahí maté a tu novio y a tu suegra», gritó desde la calle, según indicaron los investigadores. Un vecino lo escuchó, pero no lo asoció y tampoco lo denunció. Rojas, minutos después de cometer el femicidio vinculado, tomó el celular de Caputa y publicó un mensaje en una cuenta de Facebook trucha, asociada con él, con el único fin de hacerse pasar por Caputa para inculpar a la pareja y así ser considerado otra «víctima».
«Esta chica llamada X anda diciendo que sale conmigo. Tengan mucho cuidado, muchachos. Es una mala persona, mala madre, le gusta salir con cualquiera. Al marido lo hizo echar (sic) de la casa y le niega ver a sus hijos, siendo él un buen padre, trabajador y que nunca les hizo faltar nada. Compartan en todas las redes sociales», escribió.
Las víctimas fueron encontradas pasadas las 16, luego de que Natalia Caputa (35), hija y hermana de las personas asesinadas, no recibiera ninguna respuesta a sus constantes llamados en la vivienda. La preocupación aumentó cuando la mujer constató que su hermano, empleado en una estación de servicio, tampoco se había presentado en su trabajo.
Tras comunicarse con la policía, acudieron al lugar y descubrieron que tanto la mujer como el hombre se encontraban sin vida. Bastó una breve investigación para apuntar hacia Rojas, quien yacía en su domicilio ubicado en Sarratea al 1600. Allí fue detenido.
La investigación está a cargo del doctor Villalba, titular de la Fiscalía n° 5 del Departamento Judicial de Pergamino, quien acudió al lugar junto a los instructores Rita Huerta y Guillermo Pascual. En la vivienda de Rojas encontraron la moto con la que se habría trasladado hasta la casa en donde perpetró el asesinato de ambas personas.
La policía también secuestró dispositivos celulares para peritar. Uno de ellos sería de la víctima, con el cual publicó en Facebook e intentó desligarse del crimen. Encontraron zapatillas e indumentaria manchada con sangre.
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