Manuel Iglesias, el hermano mellizo que sacó al piloto del interior del habitáculo mientras los banderilleros no cortaron el sistema de corriente, los bomberos no quitaron del habitáculo al automovilista y la ambulancia era un furgón improvisado sin espacio para una camilla.
La familia del piloto Juan Iglesias sostiene que el grave estado de salud del deportista pergaminense es por la precaria organización de la competencia en el autódromo de Resistencia.
En diálogo con semanario El Tiempo, Manuel Iglesias, el hermano mellizo que se involucró en el rescate y lo salvó describió su intervención y en cada detalle de su crónica puso en evidencia las graves falencias del sistema de emergencias del autódromo chaqueño.
El rol del banderillero como asistente de la pista que tendría que haber anulado la corriente del vehículo desde el segundo cero; los Bomberos que tendrían que haber abierto la puerta y rescatado del habitáculo al piloto y la improvisada ambulancia en un vehículo utilitario donde no había espacio para la camilla.
Para Manuel era una jornada especial porque su hijo Joaquín participaba por segunda vez de una competencia como su bisabuelo Ricardo Jesús Iglesias, su abuelo Juan Carlos, su tío abuelo Caito y su tío segundo Nicolás.
«Joaquín iba detrás de Juan para ver como manejarse en el circuito y conocer los secretos del trazado»; recordó Manuel sobre esa experiencia donde el hermano y el hijo compartían una pista que es una costumbre que se repite de generación en generación desde que vivían en nuestra ciudad.
«En un momento dejé de mirar como mi hijo seguía a Juan porque VI que mi hermano se detuvo y salía humo. Ingenuamente en un primer momento me preocupé en como se arruinaría el auto. Descontaba que ya había bajado o que los Bomberos lo habían rescatado. Nosotros estábamos en el box uno y el auto se incendió a más de 500 metros o 600 metros. Para llegar hasta ahí tenía que hacerlo en la moto. Fui al colectivo a buscar las llaves de la motocicleta y atravesé los 45 boxes e ingresé a la pista pensando que mi hermano ya estaba a salvo. Al llegar VI que los Bomberos lo único que hacían era echar agua o extinguidores sin ocuparse de quitarlo del habitáculo. Mi hermano ya se había quitado los cinturones, pero no pudo abrir la puerta para salir. En el registro audiovisual de la cámara instalada en el interior del automóvil se escucha como le gritó al banderillero que lo sacara. Nadie lo sacó. Le destrabé el volante, lo dejé en el suelo y lo abracé a mi hermano para sacarlo»; rememoró Manuel.
«La ambulancia improvisada era un vehículo utilitario Renault Kangoo que no tenía espacio suficiente para que entrara una camilla ni estaba equipada con tubo de oxígeno y yo lo acompañé haciéndole aire con un objeto improvisado. Mi hermano sufrió no sólo las lesiones y asfixia por las llamas y el humo sino también el producto extintor de los mata fuegos que quedó en sus vías respiratorias», describió el hermano mellizo de Juan.
En relación a la falta de asistencia idónea en el circuito Manuel Iglesias responsabilizó a los organizadores y aseguró que lo que pasó fue «negligencia pura» y que ocurrió por una cuestión económica «para abaratar costos» y no contratar a cente de Formosa que tiene un equipo de trabajo muy especializado en este tipo de intervenciones.
Manuel lo acompañó en el avión sanitario que lo trasladó de Chaco a Buenos Aires para que intervengan en el equipo del quemado del Hospital Alemán. Los médicos aseguran que el estado de salud es bueno pero en estos casos hay que esperar entre el séptimo y el décimo día que suelen ser los más críticos. Lo que nos queda es esperar y aquí estamos»; expresó Manuel Iglesias.
Fuente: Semanario del Tiempo