El hombre pidió ayuda a su madre para modificar la escena del crimen, pero la verdad salió a la luz. Los tres hijos de la pareja estaban en un hogar sustituto.
Un hombre de Comodoro Rivadavia fue condenado este lunes a cadena perpetua por el femicidio de su mujer, a quien estranguló en enero de 2016 para luego montar una escena que sugiriera que la víctima se había suicidado.
Héctor Gallardo, de 39 años, había sido declarado culpable el viernes pasado por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género tras comprobarse que asesinó a Valeria Vivar, de 30, en su casa del Barrio Pietrobelli en la localidad chubutense.
Según se estableció en el juicio, Gallardo y Vivar habían discutido en la madrugada del 24 de enero de 2016 y el hombre estranguló a su mujer al presionar su cuello con el antebrazo.
Después de que se produjo la muerte de Vivar, Gallardo intentó esconder el femicidio haciéndole 23 cortes en las muñecas para simular un suicidio. Para acentuar el cuadro, el hombre colgó una sábana de una viga del techo del lavadero de la casa, y ató otro pedazo de género en el cuello de su mujer.
Pero en la autopsia quedó establecido que los cortes «fueron realizados post-mortem» y los investigadores determinaron que era «imposible que la víctima pudiera colgarse ya que la escalera estaba en el patio y el cúter estaba limpio«, como explicó la fiscal del caso, Cecilia Codina.
«Gallardo consideraba a Valeria de su propiedad, existía un avasallamiento subjetivo en la relación de pareja, ésta era una relación sujeto-objeto», expuso Codina al pedir la pena de prisión perpetua, que finalmente fue la establecida.
La madre de Gallardo, Lilian Campos, de 60 años, también estuvo con prisión preventiva hasta el momento del juicio por ser considerada «partícipe necesario» del crimen pero fue absuelta por el tribunal porque le cabía la figura de «encubrimiento», que no puede ser aplicada entre personas con ascendencia o descendencia directa.
Gallardo y Vivar tenían tres hijos en común pero vivían en un hogar sustituto por orden de un un juez de Familia debido a las denuncias por violencia radicadas en contra del hombre.