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Nacionales-«Justicia» por mano propia» Argentina enloquecida

La ley del «ojo por ojo» y la justicia por mano propia volvió a la Argentina en los últimos días, con los diversos linchamientos de varias personas a delincuentes, en un verdadero espiral de violencia que parecería no tener fondo.

 

 

 

En ese sentido, «Chiche en Vivo» juntó a la madre de una víctima, Graciela Pera, el ex juez Eduardo Gerome, el fiscal de Cámara Ricardo Sáenz, el periodista Paulo Kablan, el conductor Baby Etchecopar, y Alfredo Malberti, el encargado que redujo a un delincuente en Palermo y lo protegió de un grupo de personas que lo quería matar para analizar la «justicia con linchamientos«.

 

¿Por qué volvió la «ley de Talión»?

 

Gerome: «Cuando los poderes que tienen que proteger a la gente no aparecen, la gente saca sus instintos más primitivos. Esto pasa porque la gente se siente indefensa, porque cree que su seguridad está en manos de nadie, y sucede ante una sociedad estupefacta que se da cuenta que todos los poderes de Estado no cumplen su función«.

 

«Una cosa es la defensa personal y otra es la justicia por mano propia. La defensa personal es un derecho, como lo que hizo Baby Etchecopar».

 

Etchecopar: «Los linchamientos son una locura, porque una cosa es cuando te entran a tu casa y te masacran a la familia y otra cuando corrés a un tipo en frío para ir a pegarle. La justicia por mano propia es una locura incluso en mi caso, no se lo aconsejo a nadie. Podemos decir que entramos en el canibalismo, pero hay que explicarle a la sociedad que debemos exigirle tanto al Estado como a los jueces«.

 

Sáenz: «No se puede justificar una situación como esta, pero es el reflejo de los niveles de violencia que sufre la sociedad en los últimos años. En esta realidad se inserta el linchamiento. El garantismo hay que pensarlo a nivel de la víctima también, pero no se hace,solo se lo vincula con el delincuente«.

 

Kablan: «El problema pasa porque las víctimas creen que no pasa nada o pasa muy poco«.

 

Linchamiento en Palermo

 

Malberti: «Mucha gente estaba enardecida y le pegaban, y a mí no me parecía justo que le pegaran así en el suelo. Había mucha gente, de hecho algunos querían que lo maten, y otros decían que no le sigan pegando».

 

«A mí no me parece correcto, pero también entiendo a la gente que está cansada de lainseguridadAsí como me comporté para protegerlo también podría haber estado del otro lado«.

 

«El pibe no tenía armas«.

 

La historia de Matías Díaz 

 

Pera: «A mi hijo lo mataron ocasión de robo. Entraron a robar, le pidieron el dinero y él, que era muy miedoso, levantó las manos y le dispararon. Agarraron a los asesinos, pero les bajaron la pena y me tuve que meter en la villa para poder buscarlos. Uno fue condenado a 17 años, y era reincidente, y el otro lo condenaron a 18 años«.

 

«No me parece bien la justicia por mano propia, porque de hecho yo hablé cara a cara con uno de los asesinos de mi hijo. De hecho yo llevaba un arma conmigo cuando me lo encontré, pero no tuve impulsos para matarlo«.

 

«Llevé un arma porque tenía mucha bronca y pensé que lo iba a hacer, pero no lo hice«.

 

«En el caso de Matías tenía que haber una ronda de reconocimiento y los asesinos se negaron a prestarse in situ porque no querían exponer su cuerpo, como un argumento parecido a la extracción de sangre, y las fotos que había de ellos eran de antaño y ninguno de los testigos lo pudo reconocer».

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