Es fundamental el buen estado del sistema inmunológico para prevenir y combatir diversas enfermedades. En los cambios bruscos de temperatura el cuerpo se vuelve vulnerable a las infecciones y virus, porque debe acostumbrarse a ese cambio. Esta adaptación incluye también al sistema inmunológico, por lo que resulta importante llevar una alimentación balanceada, consumir al menos 2 litros diarios de agua, elevar el consumo de vitaminas A, C y E, reducir el estrés, dormir al menos 7 hs diarias y realizar actividad física, para mantener óptimo nuestro sistema de defensa.
Por otra parte, es necesario lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo, tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos, ventilar los ambientes, no compartir cubiertos ni vasos, mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
Estos procesos infecciosos pueden ser altamente riesgosos en personas con características de vulnerabilidad o enfermedades crónicas, por lo que en estos casos se deberá extremar y redoblar los cuidados para evitar complicaciones mayores.
Recomendaciones para cuidarnos de las bajas temperaturas:
– Consumir comidas y bebidas calientes (guisos, sopas, té, mate, etc.)
– Llevar varias prendas ligeras y cálidas superpuestas en lugar de una sola prenda de tejido grueso. Proteger el rostro y en la medida de lo posible, usar calzado impermeable.
– Brindar especial atención a la población más vulnerable: personas mayores, niños, personas en situación de calle y personas con enfermedades respiratorias, circulatorias, cardíacas, en tratamiento oncológico, etc.
– Extremar cuidados con las estufas: Mantenerlas a más de un metro y medio de material combustible (cortinas, papeles, colchones, etc.). Si se emplean estufas eléctricas asegurarse del buen estado de los cables y enchufes. Procurar utilizar sólo un artefacto por tomacorriente. Tomar especiales precauciones para evitar la intoxicación por braseros o estufas, nunca deben encenderse en lugares cerrados sin renovación de aire. No usar hornallas y/o horno para calefaccionar el ambiente.