Jennifer, la madre de la niña, explicó que mandó a su hija a comprar pan a las 14 del miércoles y que el hombre, que iba en moto, la interceptó en la esquina de su casa, ubicada en la calle 814 y 893, a siete cuadras de la Villa La Matera.

«Le dijo que yo estaba en le hospital. Ella intentó salir corriendo, y él la subió y se la llevó», relató la mujer al canal C5N en referencia a un hombre al que identificó como «Gabriel», fue quien la secuestró.

La familia de la nena comenzó la búsqueda a las 16 con el pedido de un patrullero, pero recién a las 23 del miércoles radicaron la denuncia en la comisaría 5°.

Entonces la policía pudo reconstruir el trayecto que hizo tras ser interceptada por el hombre y siguieron sus pasos hasta un templo dentro de la villa, que todavía no se sabe si es umbanda o evangélico.

Estaba tendida sobre una cama doble junto al pastor, y en el cuarto de al lado había un hombre desnudo.

«Ella lloraba para volver acá, y él le pegaba con el cinto, le obligó a que le hiciera de comer, a que limpiara, y me dijo que la habían tocado«, relató Jennifer. A su hija también la habían cambiado de ropa para dificultar su búsqueda: tenía puesto un pantalón verde de jogging, remera y estaba descalza.

«Una persona que fue demasiado valiente, dio el dato y ahí la rescataron. A la 1 de la mañana yo ya tenía a mi hija conmigo», expresó la mujer.

El hombre, según Jennifer, había estado merodeando la zona con la excusa de averiguar por alquileres.

La caratula de la investigación, por el momento, es «privación ilegitima de la libertad y abuso simple», pero eso podría cambiar conforme se tengan los resultados de las pericias.