La insólita postal dejó perplejo a todo aquel que pasó por la zona. Un auto quedó colgado de la ventada de un edificio, al borde de caer al vacío desde el segundo piso. Fue en la localidad bonaerense de Acassuso, en el partido de San Isidro. El accidente pudo haber terminado en tragedia, pero solo causó susto y se robó la atención durante la tarde gris de este miércoles.
Ocurrió alrededor de las 18 de este miércoles a la tarde en un inmueble ubicado en la esquina de Avenida Santa Fe y Mariano Ezpeleta. Allí funciona una concesionaria. Según se supo, la camioneta Volkswagen modelo T-Cross se encontraba en el sector de servicio técnico del lugar. Un empleado mecánico que se encargó de acomodar el vehículo, trató de moverlo y avanzó lentamente hacia los ventanales.
Sin embargo, en una mala maniobra perdió el control y siguió de largo, atravesando el cristal. Más de la mitad del auto quedó a la intemperie. Y el conductor, claro, atrapado allí adentro. No cayó al vacío porque la parte trasera quedó trabada.
“Generalmente mueven los autos para correrlos, los cambian de lugar por el espacio y al chico se le habrá resbalado. No fue una tragedia de milagro, abajo hay una parada de colectivos”, dijo un vecino a Crónica. Afortunadamente, cuando cayó la “lluvia” de vidrios no pasaba nadie por el lugar.
El incidente asustó a los otros empleados que se encontraban en el edificio, que desesperados hicieron lo que pudieron para sostener el rodado y solicitaron ayuda.
Minutos después, llegaron efectivos de bomberos voluntarios de San Isidro y de la Policía Federal para las tareas de rescate. El conductor fue retirado a salvo luego de 40 minutos dentro del vehículo suspendido en el aire.
Los bomberos aseguraron la camioneta con sogas que ataron a una columna del interior del edificio. Entrada la noche de hoy, la impactante imagen permanecía: una grúa continuaba trabajando para controlar el vehículo. Mientras, curiosos no desaprovecharon la ocasión y siguieron registrando el hecho con sus teléfonos celulares.