El crimen fue descubierto en la mañana del martes en un departamento ubicado en la calle Conesa 4345, entre avenida Ruiz Huidobro y Correa, de ese barrio porteño, donde trabajó la Unidad de Investigación Forense de la Policía Federal en busca de huellas y rastros.
Las fuentes informaron que el caso se conoció cuando la empleada doméstica que trabaja en esa casa llegó y se encontró con el cadáver del dueño del lugar, identificado como Fernando Pacífico Boncagni (71).
El hombre se encontraba amordazado y atado a una silla, aunque no presentaba lesiones a simple vista, precisó el comisario inspector Jorge Baldo, que participó de la pesquisa.
Según las fuentes, en principio, se cree que la víctima falleció como consecuencia de un infarto luego del susto que le ocasionó la situación, aunque deberá aguardarse el resultado de la autopsia que estará en las próximas horas.
Efectivos policiales concurrieron al lugar tras un llamado al teléfono de emergencias 911 y verificaron que ninguno de los accesos a la vivienda había sido violentado, por lo que suponen que el o los homicidas ingresaron con el consentimiento de la víctima.
Por eso, la principal hipótesis apunta al círculo cercano del ingeniero jubilado que era viudo.
En ese sentido, los investigadores secuestraron el teléfono celular y la computadora del hombre para chequear los contactos que mantuvo en las últimos días.
«No hay signos de violencia en ningún sector de ingreso al domicilio. (Boncagni) estaba maniatado con cintas pero no tenía signos de golpes. Tampoco se observan a simple vista de que se hayan sustraído elementos», dijo el comisario inspector Baldo.
De acuerdo al jefe policial, «alguien ingresó en horas de la noche» pero no cree que se trató de «una entradera o un hecho normal de inseguridad».
Sin embargo, los investigadores judiciales, a cargo de la fiscal de Saavedra-Núñez, Cristina Caamaño, no descartaron ninguna hipótesis, entre ellas la del posible «homicidio en ocasión de robo» cometido por al menos dos delincuentes.
Es que dentro de la casa de la víctima estaba todo «revuelto», por lo que procuraban establecer si se registró algún faltante de valor por intermedio de los dos hijos de Boncagni, agregaron los voceros judiciales.
En tanto, en la zona solamente se encuentra una cámara de seguridad del Gobierno de la Ciudad pero que no graba las imágenes.
El hecho es investigado por personal de la comisaría 35a., que trabaja supervisado por la fiscal Caamaño, quien supervisó los trabajos forenses en la escena del crimen y les dio «numerosas» directivas.