El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires dispuso la reapertura de 200 calabozos que funcionan en comisarías y que habían sido cerrados entre 2011 y 2012. La medida llega en el marco de la declaración de Emergencia en Seguridad y después de reclamos por las malas condicones en que se encuentran las unidades carcelarias del Servicio Penitenciario Bonaerense.
En las celdas que serán rehabilitadas se alojarán en forma transitoria personas detenidas o aprehendidas bajo custodia policial.
Además, según la resolución 642, se hará un relevamiento y evaluación de los calabozos para, de ser necesario, implementar un plan de adecuación edilicia que asegure condiciones dignas de alojamiento y adecuada protección y garantía de los derechos humanos de los detenidos.
El ministro de Seguridad, Alejandro Granados fundamentó la iniciativa en la Emergencia en Seguridad decretada en abril por el gobernador Daniel Scioli.
Por otra parte, en la resoución se afirma que «la inhabilitación de numerosos calabozos de dependencias policiales ha impactado en forma negativa respecto a las condiciones de alojamiento de detenidos en los lugares que se encuentran actualmente habilitados».