Uruguay reabrió templos al salir de fase epidemia COVID-19
Uruguay volvió a abrir sus templos después de más de tres meses. Parroquias, sinagogas y otros espacios del culto podrán albergar hasta un tercio de sus fieles. La cantidad de asistentes admitidos serán visibles en un cartel en la puerta.
Tapabocas y distancia física de dos metros durante la ceremonia, alcohol en gel para las manos en la entrada y una exhortación a los mayores de 65 años a no concurrir son parte del protocolo que las congregaciones espirituales acordaron con la presidencia para su reapertura.
Los fieles no podrán tocar objetos, no habrá coros ni canto, las ventanas y puertas podrán permanecer abiertas y las celebraciones no podrán durar más de 45 minutos.
Uruguay, con casi tres millones y medio de habitantes, solo ha reportado un total de 850 casos y 24 fallecidos.
“En este momento no podemos decir que estamos ante un escenario epidémico en Uruguay. Tenemos brotes y casos aislados que controlamos”, explicó Daniel Salinas, ministro de Salud Pública.
Para Salinas la decisión del presidente Luis Lacalle Pou, de establecer una cuarentena voluntaria, pese al reclamo de las asociaciones médicas que exigirán que fuera obligatorio, fue un acierto. «Una cuarentena total podría tener un resultado adverso indeseado, una especie de Estado policial donde tuviéramos que seguir persiguiendo a todo el mundo», dijo.
El transporte público funciona aunque con una frecuencia disminuida y en diez días retomarán las clases todos los estudiantes de primaria y secundaria.
En Montevideo, donde solo hay tres casos confirmados activos, el comercio reabrió sus puertas hace semanas y bares y restaurantes recibió al público pero con protocolos de seguridad. Los futbolistas profesionales tuvieron éxito en entrenar y esperan retomar el campeonato nacional en agosto sin público.
El gobierno trabaja en protocolos de turismo interno y también se prepara para recibir vuelos internacionales y reabrir determinadas fronteras, con especial atención en la que comparte con Brasil.
