La pandemia por el Covid-19 trajo consigo dificultades y transformaciones en muchos ámbitos. Desde el Taller Protegido Pergamino asumieron la responsabilidad de sostenerse en funcionamiento para continuar dando trabajo a sus operarios cuando la emergencia sanitaria finalice. La presidenta de la comisión directiva, Dora Moyano, agradece a todas las personas que participan y contribuyen con la institución, acerca a la comunidad interesantes propuestas y productos, y convoca a la participación ciudadana.
El Taller Protegido Pergamino es una asociación civil que brinda trabajo a personas con discapacidad intelectual. Si bien desde finales de marzo, debido a la situación sanitaria, los 30 operarios que acuden dejaron de asistir, el Taller continúa en actividad: realizan actividades relativas a los programas Sumando Compromiso (clasificación y enfardado de botellas de plástico PET), y Tejiendo Futuro (fabricación de rejillas, paños, alfombras y mantas en telares). Además, revenden máscaras de protección facial. Todos estos productos pueden encontrarse en un catálogo que el Taller elaboró con la ayuda de la consultora “Por más organización”.
Por otra parte, durante el período de aislamiento, el Taller inauguró junto al grupo Núcleo un “webinar”, que es un ciclo de encuentros virtuales sobre alimentación equilibrada y bienestar. El mismo continuará desarrollándose y en los próximos días se publicarán novedades al respecto en la cuenta oficial de Facebook del Taller. También allí, pueden consultarse y conocer los costos de los productos que aparecen en el catálogo.
Como aclara Dora Moyano, presidenta de la comisión directiva del Taller Protegido, todas estas actividades son posibles “Gracias al trabajo sumamente importante de las cuatro supervisoras- Cinthia, Graciela, Mariana y Verónica-, y Fernando, que es empleado municipal. También, gracias al subsidio otorgado por la diputada provincial Andrea Bosco, y el subsidio de la Agencia Nacional de Discapacidad”.
A su vez, realiza un agradecimiento y solicitud especial: “A todas las personas, menores de 60 años, que puedan sumarse como voluntarias para aligerar la clasificación de botellas, acudiendo al Taller en cualquier momento entre las 8 y las 13:30 horas; dejando las botellas vacías en las campanas naranja; comprando los productos que vendemos; donando muebles o elementos para el remate del próximo año; o realizando una colaboración al CBU de la institución o a través de Mercado Pago”.
Dora Moyano habla del Taller como una “cadena”, en la cual, cada persona que participa, ya sea de forma directa o indirecta, compone un nuevo y necesario eslabón. “No podríamos existir si no existiera cada uno de los que piensan y hacen algo por el Taller. Lo valoramos mucho”, concluyó.