Fue en 2018, en la previa del G20. Un comando armado se llevó un camión cargado de fertilizantes. Lo buscaron dos semanas. Lo hallaron sin la carga.
Pasó una semana desde la denuncia anónima en la embajada argentina en Londres, según la cual una persona pasó por la frontera de Encarnación a Posadas una carga de nitrato de amonio, con el objetivo de fabricar un explosivo para atentar contra un “blanco judío”.
El Gobierno y la dirigencia judía intentan bajar ahora el nivel de miedo y ansiedad del fin de semana pasado, a medida que transcurren los días sin corroborarse la veracidad de la denuncia. Ni las hipótesis que están circulando se comprobaron: que se trató de un “globo de ensayo” para ver cómo el gobierno de Alberto Fernández reaccionaba ante una amenaza terrorista, o que fue un señuelo para el ataque frustrado de una banda brasileña de criminales que intentaba liberar a sus líderes presos en una cárcel cercana a Encarnación.
Lo cierto es que fuentes cercanas a la investigación contaron a Clarín que la situación les recuerda a episodio desconocido hasta ahora que ocurrió hace dos años, en las vísperas de la cumbre del G20 realizado en Argentina. Aquella amenaza mantuvo en vilo a las fuerzas de seguridad -que comandaba Patricia Bullrich- al menos durante dos semanas: en la provincia de Buenos Aires había desaparecido un camión de una empresa de productos microbiológicos que llevaba una carga de nitrato de amonio.
Se suele decir que hay dos tipos de nitrato de amonio, uno se utiliza para la fabricación de explosivos y otro para fertilizante, de alto uso en la Argentina.
Contaron investigadores que trabajaron en aquel incidente que el 6 de octubre de 2018, la empresa Rizobacter –ubicada en el Parque Industrial Pergamino, sobre la ruta provincial 32- denunció que había sufrido un ataque comando de hombres sumamente entrenados y armados,que redujeron a su personal de seguridad y operarios, los tomaron de rehenes y se robaron 24 pallets de fertilizantes. Eran unas 10 toneladas. Los rehenes fueron liberados a 200 kilómetros del lugar, pero llamó fuertemente la atención que no tocaron el dinero de las cajas de la empresa.
Nitrato de amonio. El compuesto químico utilizado, entre otras usos, para la confección de bombas.
Faltaban poco menos de dos meses para que en Buenos Aires se dieran cita los presidentes y jefes de Gobierno de los Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Japón, India y de los otros miembros del G20. Las autoridades entraron en pánico pero el hecho no se dio a conocer en la prensa, a diferencia de otras redadas contra grupos anarquistas que sí se divulgaron.
En los explosivos que en 1994 destruyeron el edificio de la AMIA y causaron la muerte de 85 personas se utilizó una base de nitrato de amonio, y en los atentados del grupo Hezbollah también se lo utiliza también. El material que hizo volar el puerto de Beirut en la tragedia de agosto pasado (con más de 200 muertos, y miles de heridos) era nitrato de amonio, que estaba almacenado en los depósitos de la capital libanesa.
En aquel octubre de 2018, el Ministerio de Seguridad destinó un grupo especial de investigaciones para buscar el cargamento robado y dilucidar el objetivo del robo. El grupo estaba integrado por especialistas de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional y la Policía de la Provincia de Buenos Aires que conocían en detalle la trama de la venta ilegal de nitrato de amonio porque habían investigado ese delito en varios casos anteriores.
La investigación duró poco más de dos semanas. Según los testimonios recogidos entre los detectives que participaron en esa tarea hasta hubo un fin de semana de alerta general total, tras el cual efectivos de la Dirección Antiterrorista de la Policía Federal y de la Policía de la Provincia de Buenos Aires lograron encontrar primero el camión y después detuvieron a los autores del robo.
Finalmente, el camión se encontró en un campo cercano a 100 kilómetros de la planta de la empresa. Estaba sin la carga. Pero supieron que esta iba ser destinada al mercado negro de los fertilizantes, donde el valor del producto es un 40% menor que el de los canales.
La detención final de los delincuentes alivió a los miembros de la Seguridad, porque pudieron establecer que no había un inminente peligro terrorista en la previa del G20, pero sí un sofisticado aparato criminal destinado a abastecer el mercado negro del nitrato de amonio para fertilizante.
Un miembro de la seguridad que participó del equipo de investigadores de entonces contó que se pudo establecer que ese “mercado negro” se abastecía de dos maneras: a) el robo de camiones en la modalidad de “piratas del asfalto” y b) el “robo hormiga” perpetrado sobre todo en los puertos donde llegan los embarques de nitrato de amonio, sobre todo en las temporadas en que debe hacerse la fertilización de los campos.-Fuente: Clarin-