Los vecinos del barrio Atepam tienen una gran preocupación por los robos a mano armada en la zona de la avenida Jáuregui que ya ha generado un temor generalizado no sólo entre quienes residen en las cercanías; sino también entre los choferes de remises, conductores de colectivos, ciclistas y las personas que deben atravesar ese sector.
El jueves a la tarde tres jóvenes abordaron una unidad de la línea E de La Nueva Perla en la parada de colectivos de avenida Jáuregui y Los Jilgueros. Los malhechores, aparentemente menores de edad, subieron al micro y una vez en el interior rodearon al conductor y uno de ellos le apuntó con una pistola 9 milímetros.
Los maleantes actuaron en forma intimidatoria y una vez que obtuvieron la recaudación, aproximadamente 500 pesos, volvieron a descender del colectivo con el vehículo en movimiento.
El colectivero no se resistió al accionar de estos precoces maleantes por temor a que atentaran contra él con el arma que empuñaban. Las autoridades de la empresa acompañaron al chofer a radicar la denuncia en la Comisaría Primera.
La causa está caratulada robo calificado e interviene la Fiscalía Nº 2, a cargo del fiscal Juan Andrés Gracia.
Preocupación en la zona
Entre los vecinos hay una profunda preocupación por los episodios de inseguridad en la zona y ven a diario las problemáticas que generan los ataques a transeúntes, choferes de remises, colectiveros y deportistas amateurs que atraviesan la avenida Jáuregui en bicicleta para salir a pedalear por la ruta 178.
Las personas que viven en el sector aseguran que los remises no quieren ingresar a la zona de las “80 Viviendas” después de determinado horario y los repartidores de productos circulan con mucho y temor y ajustados a horas establecidas.
Lamentan que un barrio de gente de trabajo se haya transformado en un sector peligroso por el accionar delictivo de una minoría, mayoritariamente adolescentes menores de edad.
Según el relato de algunos integrantes del foro de vecinos se juntan una banda en Anolles y avenida Jáuregui y atemorizan a los ciclistas. En los últimos tiempos también se han registrado ataques y robos sobre la avenida a deportistas.
Las picadas son un gran dolor de cabeza para los vecinos porque los jóvenes motociclistas corren carreras de quinientos metros en vehículos que tienen escapes libres o preparados para hacer los estruendosos ruidos. Todas estas carreras se desarrollan en horarios nocturnos.
Las molestias que ocasionan se denuncian permanentemente al servicio de Alerta 108 y las patrullas acuden al sector, pero una vez que se retiran las fuerzas regresan las picadas.
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