El fiscal de la causa, Carlos Mussi, a cargo de la Unidad Temática 1 de Viedma, aguardaba esta mañana los resultados de la autopsia que determinará con mayor precisión la mecánica de los homicidios.
Los cadáveres de Félix Ochoa (86) y de su esposa Paulina (80) fueron encontrados cerca de las 19.30 por un familiar en la casa situada José María Guido 750, a pocas cuadras del centro de la capital rionegrina.
Si bien los vecinos no veían a la pareja desde la noche del pasado domingo, no descartan que la hubiesen asesinado unas 48 horas antes.
La casa donde ocurrió el hecho es una típica construcción de barrio, con rejas y jardín al frente. Su interior fue encontrado todo revuelto y los pesquisas no pudieron determinar qué tipo de objetos o valores podrían faltar.
En el barrio hay una profunda congoja, dado que el matrimonio Ochoa residía en esa misma casa desde hacía más de cuarenta años.
El hombre se había jubilado tiempo atrás como administrativo contable de una firma de venta de repuestos y su esposa era ama de casa.
El único hijo de la pareja vive en Bahía Blanca y anoche mismo se trasladó hacia Viedma.