23 noviembre, 2024

¿Cómo detectar trastornos de ansiedad en los niños?

La pandemia por coronavirus provocó un aumento del 25% en la prevalencia de este trastorno, al igual que ocurrió con la depresión.

La ansiedad puede ser normal en situaciones estresantes, como hablar en público o realizar una prueba.

Es solo un indicador de una enfermedad subyacente cuando los sentimientos se vuelven excesivos, en todo momento e interfieren con la vida cotidiana.

Los síntomas más frecuentes en adultos son miedo, temor e inquietud, que pueden hacernos transpirar, sentirnos inquietos, tensos y tener palpitaciones.

La pandemia por coronavirus provocó un aumento del 25% en la prevalencia de este trastorno, al igual que ocurrió con la depresión.

Y aunque se relaciona más con la vida adulta, la realidad es que los chicos también pueden padecerla y manifestarla, en especial a partir de los 8 años de edad.

De hecho, según la Sociedad Española de Estudios de Ansiedad y Estrés, casi el 8% de la población infantil padece ansiedad.

En entrevista con TN, la psicóloga Marisa Russomando, manifestó la importancia de estar atentos al “cambio de estado emocional o anímico” de los niños, para detectar si están padeciendo ansiedad.

Aunque ya estemos transitando, al menos en la Argentina, una etapa de pos pandemia, el traumático evento mundial, sumado al impacto que tuvo en la sociabilidad de los chicos, y la larga permanencia frente a las pantallas, pueden generarles ansiedad.

Por su parte, la neuropsicóloga pediátrica, Carina Castro Fumero, explicó que “los cambios de rutina, un ambiente estresante en casa, la dificultad para movilizarse en espacios abiertos, la falta de socialización y de naturaleza, la mala gestión de pantallas, una microbiota intestinal alterada y la falta de límites pueden desencadenar la ansiedad”.

Síntomas para estar alerta

Cambios en sus comportamientos, por ejemplos niños que vuelven a hacerse sus necesidades encima.

Alteraciones en el sueño.

Nerviosismo.

Ataques de hambre o problemas alimenticios.

Aparición de tics, síntomas físicos (dolores de cabeza, dolores de panza, mareos, etcétera).

Aislamiento, hiperactividad, entre otros.

Según indicó la especialista, si alguno de estos síntomas aparece, lo primero que deberán hacer los adultos responsables es hablar con los chicos para poner en palabras dichas conductas.

Lo ideal, por ejemplo, es decirles “estoy notando que estás más nervioso que antes” o “me parece que te está costando dormir, ¿qué está pasando?”.

Hablar con los maestros o profesores también puede ayudar a confirmar un cuadro de ansiedad en nuestros hijos.

En tal caso, Russomando aconseja que “si las conductas extrañas permanecen en el tiempo, se agravan los síntomas o el malestar es cada vez mayor, aconsejo pedir ayuda profesional”.

Fuente: Grupo La Provincia https://www.grupolaprovincia.com/

 

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