«Después de 30 años de activismo de los organismos de Derechos Humanos y a partir del caso de Walter Bulacio se había logrado restringir la facultad de la policía de pedirle a alguien la calle que se identifique y demorarlo por averiguación de antecedentes. Eso es lo que le pasó a Bulacio» explicó a minutouno.com Christian Gruenberg, coordinador del programa Contra la Violencia Institucional del Ministerio Público de la Defensa.

Gruenberg aseguró que «con esta práctica que había desaparecido se puede ejercer distintos tipos de violencia institucional que los casos más extremos terminan en la tortura y hasta la muerte, pero en otros casos tiene que ver con prácticas más invisibilizadas, que no involucran encierro pero que esconden formas encubiertas de control social».

«Estas prácticas invisibilizadas, que no involucran encierro, esconden sin embargo formas encubiertas de control social»

«Queremos visibilizar este tipo de prácticas que tienen que ver con formas encubiertas de control social porque son siempre los mismos grupos los que las sufren, las travestis, la trabajadores sexuales, los inmigrantes y los villeros. Estos pedidos nunca ocurren al azar como dice el Tribunal Superior de Justicia (TSJ)» advirtió el coordinador del programa Contra la Violencia Institucional.

Gruenberg se refiere al fallo del TSJ en la causa en la que Lucas Abel Vera fue detenido sin orden judicial y con procedimientos discrecionales el 14 de abril de 2014. EL TSJ revocó a comienzo de este año dos fallos de la justicia en lo Penal, Contravencional y de Faltas, que había anulado el operativo en el que Vera fue detenido al sostener que «la policía no se encuentra autorizada a impedir la libre circulación y de exigir la exhibición de documentación si no cuenta con un motivo válido para hacerlo. Así el TSJ avaló en su fallo la facultad de la policía de «demorar o detener personas en forma discrecional» tal como ocurrió en la Argentina en épocas de dictaduras militares y hasta entrados los años ’90 por la aplicación de los edictos policiales que fueron eliminados a partir de la detención ilegal, torturas y asesinato de Bulacio en una comisaría.

«No existe el azar policial como sostiene el fallo del TSJ, existen criterios selectivos racistas y homófobos de la policía» denuncióGruenberg en diálogo con este medio.

El ministerio Público Fiscal difundió semanas atrás un instructivo para evitar abusos policiales:

Así, a través de la campaña ¿Te Paró la Policía?, el ministerio Público de la Defensa de la Ciudad, que apeló el controvertido fallo del TSJ ante la Corte Suprema de Justicia junto a varios amicus curiae, apuesta a visibilizar y denunciar la violencia institucional.

Para eso, explica Gruenberg, «es necesario que las víctimas hagan las denuncias». Por esta razón presentaron la línea telefónica gratuita 0800-DEFENDER (33-336-337). Allí se puede denunciar de manera confidencial a través de un cuestionario diseñado especialmente para poder identificar, describir y cuantificar las distintas formas de violencia institucional y para reconocer patrones de detención con el fin de identificar a la población destino de la selectividad penal.

Ante las denuncias recibidas, el ministerio Público de la Defensa de la Ciudad brindará asesoramiento legal a las víctimas, diseñará y propondrá reformas institucionales contra la impunidad y tomará acciones legales para prevenir y controlar la violencia institucional.

«No existe el azar policial como sostiene el TSJ, existen criterios selectivos racistas y homófobos de la policía»

«Hasta el fallo del TSJ en el caso Vera la policía no podía a nadie detener sin razón alguna. Lo podía hacer siempre y cuando se cumpliera con ciertos estándares de sospecha objetiva que se crearon a partir de la reforma de la ley orgánica de la Policía a partir del caso Bulacio» explicó Gruenberg y advirtió: «en la Argentina no hay ninguna ley que obligue a llevar el DNI siempre con uno, pero ahora recomendamos siempre llevarlo por la ambigüedad que generó el TSJ. ¿Qué pasa si no tenés el DNI? Y bueno, eso ahora lo decide la policía».

Gruenberg recordó además que está prohibida por ley cualquier requisa de bolsos, la policía debe además siempre identificarse y no hay ninguna ley que impida la filmación de un operativo de estas características aunque advirtió: «muchos policías se ponen más violentos cuando ven una cámara».