Los colchones apilados sobre un mueble ardieron en llamas al entrar en contacto con la lámpara encendida de un garage y tuvieron que intervenir dos dotaciones de Bomberos Voluntarios.

El temor a que la inundación arruinara colchones y otros elementos en una vivienda familiar provocó un incendio al entrar en contacto elementos inflamables con una fuente de calor que provocaron las llamas.

Dos dotaciones de Bomberos Voluntarios intervinieron el martes a la noche, en la extinción de un voraz incendio producido en el garage de una casa por temor a que ingresara el agua.

El siniestro se registró en una propiedad de General Paz y Alem, a las 23:30 del martes. El fuego se desató en el garage de la finca, donde los moradores apilaron colchones sobre un mueble para dejarlos a resguardo y evitar que los alcanzara el agua; tal como podría ser posible ante el alerta de evacuación que sonó desde minutos después de las nueve de la noche del martes por el riesgo de desborde del Arroyo.

Una lámapara encendida en contacto accidental con el material altamente inflamable de los colchones fue el foco ígneo que generó las llamas dentro del ambiente y la convocatoria a los Bomberos Voluntarios de la ciudad.

Una dotación completa de rescatistas acudieron en el móvil de primer ataque con varias líneas de agua abastecida por la auto bomba para combatir las llamas que se desarrollaban en el interior de ese ambiente y acechaban con expandirse a las dependencias linderas y superiores.

Es así como la autobomba, identificada como móvil 23 del cuartel central, concurrió liderada por el sub oficial mayor Marcelo Vergara; secundado por los bomberos: Tomás Troia, Nazareno Farias, Lázaro Carrasco, Agustín Velardo y Juan Pablo Sánchez. Al volante del vehículo de rescate estuvo el chofer Matías Esteban. También acudio el móvil 20 con los dos jefes del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios: Hernán Ferreira y Ricardo Esteban.

Una hora de intensa intervención de los rescatistas demandó la extinción de este incendio ocasionado accidentalmente por el temor a que ingresara el agua que pudiera desbordarse del Arroyo.

Fuente:Semanario el tiempo