NACIONALES- Crimen de Candela: para uno de los acusados «Scioli y Casal están involucrados»
Lo dijo Leonardo Jara, uno de los enjuiciados. «Es una causa armada de la A a la Z», agregó. El padre de Candela se quebró durante su declaración y la audiencia está en un cuarto intermedio.
Leonardo Jara declara en el juicio por el crimen de Candela Rodríguez. En foco, Hugo Bermudez (remera blanca), junto a su abogado. (Pedro Lázaro Fernández
Leonardo Jara, uno de los tres acusados del crimen de Candela Rodríguez, la niña de 11 años asesinada en agosto del 2011 tras permanecer nueve días desaparecida en Villa Tesei, aseguró hoy que no tuvo «nada que ver» con el hecho y que ésta «es una causa armada de la A a la Z».
En la segunda audiencia del juicio en el que Jara (37), junto a Hugo Bermúdez (56) y Fabián Gómez (45), afronta cargos por los delitos de «privación ilegal de la libertad agravada por violencia seguida de abuso sexual y homicidio», el acusado hizo uso de su derecho a declarar.
«Soy totalmente ajeno a la causa Candela; soy inocente y estoy a disposición para que me pregunten lo que quieran», comenzó Jara, y aseguró que «es una causa armada de la A a la Z, no creo que se llegue al fondo en esta causa pero lo único que quiero es que se sepa la verdad».
Tras responder preguntas de su abogado, Adrián Corvalán, de los fiscales Pablo Galarza y Mario Ferrario, del querellante Fernando Burlando y del defensor de Gómez, el acusado manifestó que él fue involucrado en la causa por testimonios y cuestionó una pericia de voz sobre un llamado realizado a la tía de Candela, que primero dio un resultado negativo y después cien por ciento positivo.
«A la pericia (hecha por Gendarmería) la fraguaron porque no tenía perito de parte, por eso me enchufaron a mí», expresó Jara ante los integrantes del Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de Morón, a quienes les aseguró que no conocía a Candela ni a su familia.
El acusado afirmó desconocer a Bermúdez, aunque admitió conocer a Gómez porque ambos fueron imputados de un robo en el año 2000.
«El (ex) gobernador (Daniel) Scioli y (el ex ministro de Justicia bonaerense Ricardo) Casal estuvieron involucrados porque la causa venía manejada de arriba. En vez de ser una causa judicial, pasó a ser una causa política», expresó. Tras escuchar a Jara, los jueces se disponían a llamar a declarar al acusado Bermúdez, quien la semana pasada solicitó mediante su abogado ser sometido a un juicio por jurados, lo que fue rechazado.
Al inicio del juicio, la fiscalía amplió la acusación para los tres hombres juzgados, al sumarles el delito de abuso sexual de la víctima, como pretendía la familia, al tiempo que aseguró que hubo un «plan previo» para cometer el asesinato, que incluyó una «distribución de tareas» para «privar de la libertad y dar muerte» a Candela.
El fiscal Galarza acusó a Bermúdez de haber cometido el abuso sexual con un «elemento duro introducido en el ano» de la niña, a quien «sofocó». Candela fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011, en Villa Tesei -donde residía-, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía.
Se cree que estuvo secuestrada en dos lugares distintos y nueve días después apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su casa, a pocos metros de la colectora del Acceso Oeste
Como móvil del homicidio y cuando elevó la causa a juicio, el fiscal Mario Ferrario señaló una venganza contra Alfredo Rodríguez, padre de Candela, por parte de una banda de piratas del asfalto, una hipótesis que se manejó desde el comienzo de la causa.
Durante la instrucción del expediente, el fiscal le atribuyó a Jara haber realizado una llamada intimidatoria que la tía de la niña recibió el 28 de agosto, tres días antes del hallazgo del cadáver de Candela.
«Ahora sí que no la vas a encontrar nunca a tu hija. ¡Jamás la van a encontrar! Te lo aseguro yo, hasta que esa conchuda no devuelva la guita, no la va a ver nunca más… Que le pregunten al marido dónde dejó la guita», decía el mensaje.
Respecto de Bermúdez, se considera que hay elementos para probar que facilitó el ingreso de Candela a la segunda casa donde estuvo cautiva antes de ser asesinada, ubicada en Cellini 4085, también en Villa Tesei.
Durante la investigación, se estableció que la niña había estado previamente en otro domicilio, en la calle Kiernan 992 de la misma localidad. En el caso de Gómez, se lo acusa de realizar «inteligencia» en la puerta de la casa de la calle Kiernan cuando Candela estuvo retenida allí contra su voluntad y alternar distintos roles con Jara y Bermúdez.
Fuente: Clarín