Internacionales-Atentado en Estocolmo: «Había mucha sangre en la calle y personas tiradas por todas partes»
La zona donde un camión atropelló a una multitud estaba repleta de gente, que acude al lugar a hacer las compras del fin de semana.
Varias personas se emocionan tras conocer la noticia del atentado en el centro de Estocolmo, Suecia./ EFE
«¡Corran, corran!», gritó la policía a quienes estaban en la calle comercial de Drottninggatan. Situada en el corazón de Estocolmo, la zona se llena los viernes por la tarde de personas que hacen sus compras para el fin de semana y de turistas de paseo. Poco antes de las 15:00, un camión se lanzó contra la multitud y desde ahí hacia el centro comercial de Åhléns.
Poco después, imágenes de la televisión mostraban a personas aterrorizadas huyendo. «Fue terrible. Había grandes cantidades de sangre en la calle, personas tiradas por todas partes», relató una testigo a la televisión sueca entre lágrimas.
Localización de Estocolmo, donde el conductor de un camión arrolló este viernes a transeúntes./ afp
«Una mujer estaba allí con su bebé en brazos y parecía paralizada», dijo un hombre a la televisión. Varias personas murieron y numerosas resultaron heridas. Pero por el momento no está claro cuántas. «Si hubiera llegado un minuto más tarde, me habría atropellado. Vi a personas que luego murieron», dijo la sueca Sandra Japundzic Lindquist a la radio Ekot.
Atentado terrorista en Estocolmo: buscan al sospechoso que arrolló a una multitud con un camión
«Hay tantos rumores por el momento. Estamos trabajando muy duro para poder determinar qué fue lo que pasó», dijo una portavoz de la Policía.
El primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, rápidamente habló de terrorismo. «Suecia fue atacada. Todo indica que fue un acto terrorista», señaló a la cadena televisiva SVT. Al parecer, el sospechoso robó el camión, pero por ahora nadie lo puede confirmar.
Ya cayendo la noche, las calles de la capital sueca, habitualmente muy concurridas, estaban vacías. Podían verse las cintas que cortan las calles y detrás personas con chalecos fosforescentes amarillos. También ambulancias con sus luces de emergencia encendidas y bomberos y policías recorriendo la zona.
Desde el cielo, nubes grises. El fin de semana, que esperaban con alegría los habitantes de esta ciudad habitualmente pacífica y segura, se tiñó de muerte y dolor.
