PROVINCIALES- TUCUMÁN- Ya van 22 días sin Daiana Garnica
El martes, los perros se ‘clavaron’ a la vera del Río Salí, a unos 15 minutos de San Miguel de Tucumán. A un ratito de Alderetes.
No hubo forma de que se movieran de allí. La tenacidad de Duke y de Halcón hizo sospechar a los policías que buscan a Daiana Garnica, la chica de 17 años desaparecida desde el 6 de mayo.
“Uno de los perros se dirigió a ese lugar, por eso la policía lacustre trabaja allí”, dijo a Cosecha RojaSergio Pérez, abogado de la familia Garnica.
El dato del río se hizo fuerte el martes a última hora de la tarde pero por falta de luz no se pudo seguir la búsqueda. “No pudimos continuar porque cayó la noche. Una pena porque los perros marcaron un lugar pero el agua se mueve y arrastra cualquier cosa. Lo bueno es que ellos pueden marcar desde arriba de una balsa si hace falta”, dijo a Cosecha Roja una fuente vinculada a la investigación.
Hasta ahora el principal sospechoso es Dario Suárez. Y según publicó hoy La Gaceta de Tucumán, la situación de su hermano, César Suárez, también se complica. El fiscal Claudio Bonari habría recibido el testimonio de una persona que los vio ese día llevando dos bolsas por un camino rumbo al río Salí, el lugar donde llegaron los perros.
En la casa de César Suárez, los perros encontraron una nota adentro de un paquete de cigarrillos. Según las fuentes citadas por La Gaceta, la nota decía que a los investigadores “no les resultaría sencillo” encontrar a Daiana.
Los perros son cinco. Duke y Halcón llegaron desde Punta Alta y son los mismos que participaron de la búsqueda de Araceli Fulles. De hecho Halcón fue el que encontró el cuerpo. La idea de mover el equipo a Tucumán surgió de la organización Argentinas Autoconvocadas. Ellas se ocuparon de pedir donaciones de dinero para trasladar caniles y entrenadores. También juntaron para una caja chica y aportaron las gasas y el film que se necesitan para recolectar las pruebas que puedan surgir.
“Quisimos que los perros fueran a Tucumán porque no había una sola pista de la desaparición de Daiana. Nadie encontró nada. Nadie sabía nada. La familia tuvo que presionar para que la policía y la justicia comenzaran a moverse”, dijo a Cosecha Roja, Debbie Mac Donald, miembro de esa organización. “Recién hablé con la hermana de Daiana y me dijo que los Bomberos de Punta Alta y los perros regresan a su casa el viernes para que otra fuerza continúe. Duke y Halcón ya marcaron el río y no pueden hacer nada más”. Los otros tres perros que intervinieron en la búsqueda son de Tucumán, más otros dos de Santiago del Estero. Cinco de ellos, el fin de semana, se sentaron frente al horno de la ladrillera en la que trabajaba Darío Suárez
En la familia de Daiana se quieren mucho. Son muy cariñosos entre ellos. Muy pegotes y dulces. Se cuentan todo. Daiana tiene dos ahijados a los que les da los gustos que puede. Los malcría día y noche.
Daiana es muy religiosa como su familia y le gusta cantar canciones cristianas. Ama cantar y tocar la guitarra. Este año había decidido trabajar para pagarse sus estudios secundarios y también un profesor de guitarra. El miedo hizo que buscara un trabajo con cama adentro. La idea de volver al barrio sola y de noche no le gustaba. Por eso entraba los lunes y salía los sábados por la tarde. Eliana, su hermana mayor, dice de ella: “Lo más hermoso que nos enseña Daiana todos los días es que la familia es lo más importante. Que lo material se puede conseguir con trabajo pero que la familia sólo se construye con amor”.
Daiana Garnica desapareció el 6 de mayo. Hasta ahora el principal sospechoso es Darío Suárez, quien fue imputado por el delito de privación ilegítima de la libertad y homicidio. El fiscal tucumano Claudio Bonari pidió a la Justicia que dicte la prisión preventiva de Suárez y al resto de los detenidos.
Foto: Gentileza La Gazeta
