En los últimos días han ingresado a robar en al menos cuatro viviendas habitadas y en construcción que se suman a los múltiples episodios delictivos y de vandalismo que sufren las personas que están instalando en ese nuevo complejo habitacional.

Las personas que están recientemente instaladas o están construyendo viviendas en el barrio El Molino viven con preocupación los frecuentes robos que están sufriendo desde que se han instalado los primeros obradores en el complejo habitacional abierto sobre la ruta nacional 188 cerca del cruce con la ruta provincial 32.

Cada una de las edificaciones terminadas o en desarrollo han sufrido algún robo de materiales; equipamiento; herramientas; aberturas; cerámicos o cualquier elemento que tenga algún valor determinado.

Los propietarios de terrenos que han iniciado la construcción de casas tienen un plus del presupuesto que tiene que ver con reponer el equipamiento que le sustraen. Se han dado casos en los que deben comprar dos veces las aberturas; los cerámicos o los juegos de sanitario.

Los vecinos están pidiendo a las autoridades mayor presencia policial porque los ladrones acuden en vehículos y cargan los materiales, equipamientos y herramientas con total impunidad.

Esta semana que pasó robaron una pileta de plástico de grandes dimensiones que vaciaron, desomontaron y cargaron en un vehículo de carga, el jueves a la noche.

El viernes a la noche vulneraron un portón de chapa de obra e ingresaron a robar pertenencias en una casa que ya tiene grandes avances de obra.

Ezequiel Testardini está en la etapa final de obra y en pocos días se muda con su esposa a la casa que van a terminar de construir a pesar de los cuatro robos sufridos a lo largo de la edificación.

En diálogo con semanario EL TIEMPO Testardini aseguró que los ladrones ingresaron a robar mientras en la vivienda pernoctaban albañiles encargados de la obra.

“Mi empleado se encontraba en la planta alta y al escuchar ruidos descendió y vio correr a un sujeto hacia la ruta, donde lo esperaba un cómplice a bordo de una camioneta”, comentó el reconocido futbolista.

“Hace dos años que estamos construyendo y hemos sufrido cuatro robos; de los cuales dos de ellos han sido con gente adentro de la edificación”, puntualizó.

En la entrevista pidió un compromiso de las autoridades para investigar los casos; determinar quienes han sido los autores de los últimos episodios y brindar mayor seguridad con patrullajes frecuentes que se sostengan en el tiempo.

Es un loteo de 2013 que todavía tiene pendiente la escritura a quienes han adquirido los terrenos y de eso depende la posibilidad de urbanización de la zona y que la Municipalidad pueda instalar alumbrado público y otros servicios.

La Cooperativa Eléctrica de Francisco Ayerza brinda el servicio de electricidad en el barrio; pero al estar todavía como loteo la factura mensual la abona el dueño del loteo; quien no deja prendida todas las luminarias en horario nocturno por los elevados consumos que debe pagar después. “De esa manera esta zona se convierte en la boca del lobo”, describió gráficamente Testardini. “Hace un año y medio que hemos mantenido una reunión con el Intendente para que la Municipalidad pueda hacerse cargo de la iluminación urbana; pero todavía no lo hemos podido lograr. Otra solución sería la contratación de seguridad privada; pero es un barrio abierto que tiene pocas casas construidas y los propietarios no estamos en condiciones de poder abonar los altos costos de ese servicio de vigilancia”.

Actualmente hay tres familias residiendo en el barrio y en los próximos meses están próximos a mudarse dos nuevas familias.

Si bien hay casos en los que han determinado que los ladrones acudieron el algún vehículo no en todos los episodios ha sido así y sospechan que en la mayoría de los episodios “fueron rateros que andan caminando y no deben vivir muy lejos del barrio porque se han llevado los elementos sustraídos a pie”, aseguró Testardini.

Las personas que están edificando viven pensando que en algún momento le van a robar y el propietario del terreno donde robaron la pileta “ha empezado a sacar las aberturas que había instalado por temor a que se las roben ya que son muy costosas”, comentó el vecino del barrio El Molino que piensa mudarse en marzo o abril.

Fuente: Semanario del Tiempo