Según aseguró Johana Feliciotti, Kein le puso como condición para ingresar a trabajar como recepcionista en su empresa tener sexo con él. Lo hizo durante una entrevista en el centro de capacitación de la compañía, ubicado en 20 y 531, La Plata.

Sede de Goya Corrientes en La Plata

«Me dijo que para entrar ahí tenía que acostarme con él, pero le contesté que no y me respondió que si no lo hacía iba a ser una relación muy aburrida», sostuvo Feliciotti al portal Realpolitik.

«Para crecer uno tiene que soportar ciertas cosas en la vida. Es normal y natural.Si llegás a trabajar conmigo en algún momento vamos a terminar en el sillón»,agregó Feliciotti que le dijo el empresario.

Tras el acoso, la mujer escrachó a Kein en Facebook y la denuncia se viralizó.

«Empezaron a etiquetar chicas y comentaban que les había pasado lo mismo, entonces pedí números para hablar por privado y poder hacer algo», sostuvo Feliciotti.

Una de las víctimas aseguró en noviembre de 2016 Kein se le tiró encima y quiso darle un beso. Dijo que aceptaba el trabajo para poder irse del lugar, pero no volvió.

Una semana después de los hechos, Feliciotti quiso hacer la denuncia en una comisaría, pero aseguró que no se la tomaron.

«Me dijeron que el acoso sólo había sido verbal y mandaron a buscar un asesor, un abogado y un psicólogo», concluyó Feliciotti.

Según una decisión administrativa publicada este viernes en el Boletín Oficial, el jefe de Gabinete -Marcos Peña- aprobó y adjudicó el servicio de vigilancia y seguridad para el ministerio de Educación a la empresa de Kein por $70 millones.

En su página web, «Goya Corrientes S.R.L.» se presenta como una empresa argentina creada en 1991, que reconoce «al capital humano como el activo más importante de la Organización, priorizando los procesos de reclutamiento, selección, inducción y capacitación continua».